Guadalajara Jal. Carlos Saura y el grupo de actores que dirige en la puesta en escena El gran teatro del mundo mostraron el sincretismo entre lo barroco y la modernidad en la adaptación que el cineasta español hizo de la obra que Pedro Calderón de la Barca escribió en el siglo XVII a modo de auto sacramental.

La versión de Saura, que montó hace siete años, trata de actores que no quieren interpretar un papel y son premiados o castigados según el desempeño que tuvieron en el escenario. El cineasta acortó o eliminó pasajes religiosos de la obra original y cuestiona la pertinencia del lenguaje usado entonces. Asimismo, el montaje entremezcla dos épocas con casi 500 años de distancia.

En rueda de prensa, junto al elenco y los productores, Saura expresó: Calderón de la Barca me puede mandar un rayo, porque es una de las versiones más libres.

La obra tendrá una única función el próximo sábado a las 20 horas en el Conjunto de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara (UdeG). Del 9 al 24 de marzo hará una breve temporada (seis presentaciones) en el teatro Helénico de la Ciudad de México, los lunes y martes a las 20:30 horas.

Imparable

A sus 88 años, el cineasta, fotógrafo y escritor español, se congratula de estar en lo que llama mi México lindo y querido, con una dinámica imparable y este nuevo proyecto.

Hay que hacer siempre algo; hay que estar ocupado continuamente. La vida social es muy buena, pero para hacer las cosas bien hay que aislarse. De todo lo que se puede realizar en la vida y entre las cosas más hermosas que hay está pintar y escribir, pero hay que hacerlo a solas, afirmó.

Su principal instrumento creativo, contó, es la imaginación, la cual, mezclada con la realidad, ha sido una herencia de mi maestro y amigo Luis Buñuel, lo cual queda plasmado en su película más reciente, El rey de todo el mundo, un musical en homenaje a José Alfredo Jiménez, que se filmó en Guadalajara el año pasado y a la que sólo le falta la edición final.

Sin embargo, hacer teatro, como director, es lo más cómodo del mundo; es confortable. Lo que me preocupa un poco, más teniendo actores tan estupendos, es la escenografía; yo utilizo elementos que no se suelen ver y hacen que la obra tenga una dimensión diferente.

En su puesta, adelantó, hay una combinación tanto del guion como de la escenografía, que ya había usado en ópera, teatro y cine. En el caso del arte escénico, además destaca que no le gusta el costumbrismo con mesas, sillones o ventanas, sino algo minimalista en el que los juegos de luces tienen un papel interesante en el desarrollo del montaje.

La obra también me parece muy emocionante por una razón concreta: le he quitado un poco la parte religiosa, hay algunas modificaciones al lenguaje para que se entienda mejor. Esa invención de Calderón de la Barca de que haya un autor soberano se crea en ese teatro, en el que algunos de los personajes se desmarcan de determinados papeles, otros protestan.

Citando al poeta portugués Fernando Pessoa, señaló que la obra es como una representación de la vida, pues no somos solamente una persona, sino varias a la vez, una complejidad.

Luego de presentar un fragmento de la obra, los actores expresaron su satisfacción tanto de trabajar con Carlos Saura como con los integrantes del elenco, en el que participan histriones de Jalisco y de la Ciudad de México.

Es un milagro hacer teatro, casi como el autor soberano que nos dio la oportunidad de abrirnos un espacio en el tiempo. Cada vez es más difícil encontrar trabajo. Ya no se llaman actores, sino ensayistas, tu ensayas y por ahí das funciones de vez en cuando, sostuvo Alejandro Calva.

Como actores, una obra de este tipo nos enriquece, porque te enfrentas a otras maneras de trabajar, con un enfoque diferente, abordando desde otro punto de vista un clásico del siglo de oro, destacó Eduardo Villalpando.

Por su parte, Ricardo Pérez, productor principal asociado con Cultura de la Universidad de Guadalajara para esta obra, que cuenta con el estímulo fiscal Efiartes, relató que el proyecto comenzó en septiembre de 2018 tras encontrar el texto libre de Saura, además de su disposición para venir a la capital jalisciense a trabajar.