Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó el asesinato de una menor de siete años de edad al sur de la Ciudad de México. Sostuvo que casos como este son producto de la descomposición social que tuvo el país en la época neoliberal, por lo que se debe regenerar el tejido social.
Al ser cuestionado sobre el caso de la niña Fátima Cecilia "N", en su conferencia de prensa de este lunes, el mandatario indicó: “Es muy lamentable que esto suceda y desde luego estamos haciendo todo lo que nos corresponde para evitarlo, yo creo que lo más eficaz es procurar entre todos, y desde luego el gobierno es el principal responsable, de aplicar una política para tener una sociedad mejor”.
A diferencia de otros indicadores, indicó, no hay mediciones del grado de descomposición social que produjo la política neoliberal.
Aunque “hay una crisis profunda de pérdida de valores en el país”, sostuvo que México es un país con una gran reserva de valores, pero “fue mucha la descomposición que produjo el predominio de lo material. Son crímenes que tienen que ver con odio, con problemas sociales, familiares, es una enfermedad social”.
Para resolverlos, dijo, bastan los policías o las cárceles, y no es con amenazas de mano dura como se atenderá, sino yendo al fondo, “que haya bienestar material y bienestar del alma, que se insista hasta el cansancio que sólo siendo buenos podemos ser felices, y que ayudemos todos a tener una sociedad mejor, esto es el fruto prohibido de egoísmo y de la acumulación de bienes en unas cuantas manos… No hay más que regenerar y no andar con medias tintas”.
También fue cuestionado sobre la postura expresada por la iglesia Católica a través del obispo auxiliar de México, Salvador González Morales, en la catedral metropolitana de la Ciudad de México el pasado fin de semana, en la que aseveró que ante a las agresiones contra las mujeres, “da la impresión de que el Estado no hace mucho” por los grupos vulnerables.
“Es bueno que la iglesia diga esto, y que se exprese con libertad, yo tengo mi conciencia tranquila”, señaló López Obrador.
Sostuvo que nunca en la historia del país un presidente había dedicado todas las mañanas a atender el tema de seguridad como lo hace con sus reuniones de gabinete a las 6 de la mañana.
Posteriormente, y tras asegurar que su gobierno actúa con respeto los derechos humanos, agregó: “Le pido a las feministas, con todo respeto que no nos pinte las puertas, las paredes, que estamos trabajando para que no haya feminicidios, no somos simuladores, y que no esperen que nosotros actuemos como represores, que no nos confundan”.
Garantizó el derecho a la manifestación, mismas que confió que se realicen de manera pacífica
“Vamos a estar siempre castigando feminicidios y sobre todo evitando que se den estos crímenes de odio”.
Sobre la polémica que desató la semana pasada la posible modificación de la tipificación de feminicidios, aclaró que “no se puede hacer nada que pueda parecer contrario al castigo de feminicidio”.
Además, al reiterar que “hay una oposición a nuestro gobierno de quienes tienen una manera distinta de pensar que yo llamo conservadores, y que no están conformes”, aseguró que cuenta con el apoyo de la mayoría de la población, “pero no soy monedita de oro, imagínense que pensara que tengo la verdad absoluta, o que tengo un poder omnímodo, entonces no fuese to demócrata”.
Afirmó que si el pueblo no quiere a su gobernante, éste no sirve, por lo que “estoy aquí mientras tenga el apoyo de los ciudadanos, por eso impulsé lo de la revocación de mandato”, proceso en el que, agregó, la población podrá expresarse sin extremismos y sin violencia.