Pénjamo, Gto. El presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que el poder económico “ya no es el que decide en la vida pública del país. El dinero no es el que rifa. Ya no es el poderoso caballero don dinero”.
Al inaugurar aquí otro cuartel de la Guardia Nacional, el mandatario insistió que quien piense “que su Dios es el dinero y con dinero resuelve todo, se va a equivocar”.
Acotó que su gobierno no está al servicio de las mafias, de la corrupción. “Ni de los delincuentes de cuello blanco ni de los delincuentes comunes”, expresó.
También agregó que quienes se dedican a la delincuencia “no se les va a permitir que actúen en la impunidad”.
Porque, refrendó, ya no es el tiempo de antes. “Nada de que ‘tengo influencias, compro a los ministerios públicos, jueces y autoridades que me van a sacar de la cárcel’. Ya no va a ser así. Estamos limpiando de corrupción al gobierno”.
Durante casi todo su discurso, personas traídas ex profeso para gritar porras en favor del gobernador Diego Sinhué Rodríguez se confrontaron verbalmente con los pobladores. Las exclamaciones para evitar cualquier protesta con el gobernador llevaron a que el presidente les pidiera: “Serénense. Ya dejen de estar peleando. Ya vendrán las elecciones y ahí sí, pero que no pase de rasguños”.
Antes, y a pesar de la ola de violencia y asesinatos cometidos en los meses recientes, Rodríguez aseguró que su gobierno “no ha bajado la guardia y estamos contribuyendo a reconstruir el tejido social”.
Justificó que la responsabilidad de devolver la paz al país es responsabilidad de todos y que esa es una de sus prioridades.
La víspera, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, atribuyó la escala de inseguridad en Los Altos al repunte de la violencia en Guanajuato.