Ciudad de México. Un juez de control dictó prisión preventiva oficiosa en contra de Óscar N
, El Lunares, ahora por el delito de homicidio, luego de que la madrugada de ayer, al salir del Reclusorio Norte, fue detenido nuevamente por agentes de la Policía de Investigación de la Fiscalía General de Justicia (FGJ).
El presunto líder de la organización criminal La Unión Tepito es considerado por las autoridades capitalinas como uno los principales generadores de violencia en la Ciudad de México, pero en 15 días ha sido detenido tres ocasiones y liberado en dos, por determinación de una jueza federal y un juez local que hallaron irregularidades.
En la audiencia inicial que se realizó por medio de una videoconferencia y a puerta cerrada en el Tribunal Superior de Justicia local, en la colonia Doctores, el juez de control determinó que El Lunares seguirá el proceso en el Reclusorio Oriente, donde fue trasladado luego de que en el anterior proceso por secuestro exprés agravado el Ministerio Público no aportó datos de prueba que permitieran al juez vincularlo.
El indiciado salió de la cárcel y fue detenido alrededor de las 3:40 de la madrugada, luego fue llevado al búnker de la FGJ para una revisión médica; finalmente lo trasladaron al penal en donde se encuentra, en el área de ingresos, otro líder de ese cártel, El Betito.
La defensa legal del sujeto solicitó al juez de control la duplicidad en el plazo constitucional para definir la situación jurídica, por lo que se citó a la continuación de esta audiencia el próximo jueves, además de que acusó al gobierno capitalino de violar los derechos de su cliente y pretender exhibirlo como trofeo.
Su abogado prefirió no dar detalles sobre el delito, pero denunció que se tuvo retenido a su defendido hasta después de las tres de la madrugada, es decir, más de 12 horas después de que el juez ordenara su inmediata libertad del Reclusorio Norte, en lo que seguramente se tenía lista una nueva orden de aprehensión.
El Lunares fue detenido en Hidalgo el 31 de enero. Primero libró las acusaciones por delitos federales contra la salud y portación de armas de fuego de uso exclusivo, después la imputación de secuestro exprés agravado porque la presunta víctima dijo que no era comerciante, como se indicó en la carpeta de investigación, y que hubo usurpación de identidad, lo cual probó con una identificación de la empresa en la que trabaja desde hace 16 años.