En una ceremonia que calificó como un hecho histórico que demuestra la colaboración y diálogo entre los tres Poderes de la Unión, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, presentó la propuesta de reforma al Poder Judicial de la Federación (PJF), que entregó a integrantes del Senado de la República.
La propuesta incluye cambios a siete artículos constitucionales, los numerados como 94, 97, 99, 100, 103, 105 y 107, que tienen que ver directamente con la impartición de la justicia y funcionamiento del PJF.
Así como la creación de una Ley de Carrera Judicial del Poder Judicial de la Federación (LCJPJF), y reformas a las leyes Orgánica del Poder Judicial de la Federación (LOPJF), de Amparo (LA), Federal de Defensoría Pública (LFDP), a la Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado (LFTSE), a la reglamentaria del artículo 105 constitucional y al Código Federal de Procedimientos Civiles (CFPC).
La propuesta de Zaldívar no modifica ninguno de los códigos penales que fueron reformados en 2008 para dar paso al que fue conocido como Nuevo Sistema de Justicia Penal, al que sus detractores han calificado como una puerta giratoria.
El presidente de la SJCN reconoció y agradeció el apoyo y la confianza del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien por la mañana anunció que hizo suya esta propuesta de reforma y que la enviará al Senado.
Por su parte, Ricardo Monreal, líder de la bancada de Morena en el Senado, se comprometió a que esta reforma será aprobada durante el primer periodo de sesiones de este año, y para ello propuso la creación de una mesa central de alto nivel, integrada por representantes del Poder Judicial Federal (PJF), de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal (CJEF), y senadores.
En los aspectos jurisdiccionales, la propuesta del PJF propone crear un sistema de precedentes y cambiar el concepto de tesis, de modo que cada una de las sentencias de la SJCN sirvan para conformar jurisprudencia.
También se propone la creación de Plenos Regionales, que sirvan para unificar los criterios de los tribunales colegiados, y de este modo impedir que contradicciones de tesis tengan que ser resueltas por el pleno de la SCJN.
Las reformas la LOPJF incluyen sancionar prácticas como la corrupción, el nepotismo y el acoso, que dejarán de ser sancionadas únicamente con medidas meramente administrativas.
De igual manera, se integrarán políticas de equidad de género, de tal manera que constituya una política pública en aspectos como el desempate en los concursos para ocupar algún puesto dentro del PJF, así como para la designación de nombramiento.
Zaldívar terminó su discurso sosteniendo que el objetivo de estas reformas es que la justicia genere una diferencia real en la vida de las personas, sobre todo para los más desprotegidos.