Ciudad de México. Con la participación de alrededor de 200 empresarios, entre ellos de los más acaudalados de México, arrancó esta noche el proceso de financiamiento para la rifa de los dos mil millones de pesos, equivalentes al valor del avión presidencial. Varios representantes de la iniciativa privada firmaron en Palacio Nacional una “Carta de intención” en la que se comprometen a adquirir o ayudar a distribuir billetes del sorteo que se realizará el 15 de septiembre, por cantidades que van desde 20 hasta 200 millones de pesos.
Foto Presidencia de la República
Otros salieron con el sobre amarillo conteniendo el documento, que encontraron en el lugar que ocuparon durante la cena que les ofreció el presidente Andrés Manuel López Obrador, para analizarlo con sus socios y determinar la aportación que puedan realizar. “Nadie está obligado a aportar porque ya pagan sus impuestos, es voluntario”, les dijo el mandatario a los asistentes.
A la recepción que tuvo lugar en el Salón Tesorería de Palacio Nacional acudieron, entre otros, Carlos Slim, Emilio Azcárraga, de Grupo Televisa; Alejandro Ramírez de Cinépolis; Carlos Peralta, de IUSA; Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Bremer, director general del grupo financiero Value y quien adquirió la casa de Zhenli Ye Gon en subasta; Miguel Alemán, propietario de Interjet, Asunción Aramburuzabala. El presidente les ofreció agua natural, café, chocolate y tamal de chipilín con salsa roja.
Al término del encuentro, el presidente de la Concamín, Francisco Cervantes, planteó que “podría ser que hubiera deducción de impuestos. Eso todavía se va a platicar”, y resaltó la disposición de los empresarios para ayudar al presidente con este tema del avión presidencial, para “borrar este exceso”.
En entrevista, sostuvo que López Obrador expresó que respeta los lujos de los empresarios, pero que el “gobierno no puede tener esos excesos y mandó un mensaje para que ningún gobernante vuelva a caer” en ello, lo que le generó, dijo, un minuto de aplausos.
Subrayó que en este primer encuentro, “hubo muy buen ambiente y a nadie se le dobló la mano”. El mandatario les señaló: “aquí no hay presiones de nada, el que guste, el que no qué bueno, échense su tamalito y su atole”.
Miguel Rincón, presidente de Biopappel, expresó que hubo una gran respuesta de los empresarios al llamado del presidente –su compadre-, pues consideró que acudieron como 250. “No les puedo adelantar, pero creo que se alcanzaron los objetivos y el propósito es muy noble y muy bueno”, al hacer referencia a que dos mil 500 millones de pesos de la venta de los boletos se destinarán para comprar equipo para hospitales.
Indicó que se trató de un encuentro de acercamiento con el mandatario federal y rechazó que hubiera habido alguna especie de presión para que firmaran la “Carta de intención” que les entregaron. “Cada quien firmó un compromiso” para contribuir a “comprar un volumen importante de los boletos de la rifa y cada empresa decide qué hace con ellos.
-¿Usted qué hará con ellos? –se le preguntó.
-Vamos a verlo, pero Bioppael ha tenido un alto compromiso social.
Dijo que analizará si los reparte entre sus empleados.
Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, explicó que en su caso firmó la carta, pero no quiso especificar sobre el monto que invertirá, porque “es confidencial”. Dijo que, como otros, que también se comprometieron desde esta noche, depositaron el documento en una tómbola –de la Lotería Nacional.
Recordó que el documento establecía cuatro opciones: 20 millones de pesos; 50 millones de pesos; cien millones de pesos y 200 millones de pesos.
Sin precisar, consideró que la fecha límite para definir la participación quedó establecida para julio.
Carlos Bremer también confirmó que no hubo presión del presidente para nadie en la cena y aseguró que vio a los representantes de la iniciativa privada que acudieron a la cena “muy sumados”.