Ciudad de México. La titular de la Secretaría de Salud del gobierno de la Ciudad de México (Sedesa), Oliva López Arellano, informó a diputados del Congreso capitalino que en esta semana podría estar listo el convenio específico de adhesión al programa del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), en el que se reconocen las características necesidades específicas de la entidad.
Durante una mesa de trabajo con integrantes de la Comisión de Salud que preside la diputada de Morena, Lourdes Paz Reyes, la funcionaria dijo de entrada que “celebró” la desaparición del Seguro Popular, modelo que cuestionó desde su implementación al ser concebido bajo una lógica de mercado, contra una perspectiva de salud que en la ciudad tiene la experiencia del Programa de Servicios Médicos y Medicamentos Gratuitos instituido durante la administración de Asa Ebba Christina Laurell en 2001 en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“No es que aceptemos al Insabi a ciegas” señaló y entre las especificidades que dijo se están considerando en el convenio específico es cómo funcionan los servicios de salud para población no afiliada a seguridad social, donde funcionan dos estructuras, la de los Servicios de Salud Pública, que son los centros de salud, y el nivel hospitalario, cada uno con autonomía administrativa, jurídica y con condiciones laborales distintas, aunque técnicamente ambas están alineadas y son Sedeso.
Explicó que lo que se firmó el pasado 8 de abril fue sólo un convenio de adhesión, en el que “sólo se dice que estamos de acuerdo en propuesta” y en las reuniones con el titular del Insabi, Juan Antonio Ferrer, se han planteado además las necesidades específicas de la ciudad en las que se requiere de financiamiento adicional, a partir del diagnóstico elaborado por la dependencia y que consisten básicamente en la contratación de personal para algunas áreas críticas, equipamiento y apoyo para remodelación.
Explicó que a diferencia de la entidades en las que los servicios de salud dependían en un 80 o 90 por ciento de los recursos del Seguro Popular, en la ciudad era al revés, se recibían unos 3 mil 200 millones de pesos de la federación y la ciudad destina más de 9 mil millones.
Si bien dijo que el techo de financiamiento que se recibirá la ciudad ahora con el Insabi se mantendrá en ese monto, explicó que ya no tendrá las “ataduras” que le imponía el Seguro Popular y se podrían canalizar más recursos, por ejemplo, al Hospital de Legaria, especializado especializado en neurocirugía y neurología pediátrica, que es muy importante porque una de las principales causas de mortandad en escuelas es por accidentes con traumatismos craneoencefálicos que se atienden en ese hospital.
Explicó que la política de salud de la ciudad es dar atención a toda la población, sea de la ciudad sin importar si estaba registrado en el padrón del Seguro Popular o no, o si es de otra entidad o migrante.
Admitió sin embargo que “tenemos resistencias, de repente va la gente y les dicen que se acabó el Seguro Popular y que no pueden dar el servicio. Hay que decir que los que estaban en el Seguro Popular pasaron en automático a los servicios de gratuidad” y adelantó que se mantendrá la figura de "gestores de derecho a la salud" que monitoreaban para el Seguro Popular se diera la atención y medicamentos a sus afiliados, pero se extenderá para garantizar que se dé el servicio a todos, tanto en el nivel ambulatorio como en el hospitalario.