La congregación Legionarios de Cristo rechazó que su nuevo director general, John Connor encubriera al sacerdote estadunidense Michael Sullivan, quien en 2017 y 2019 fue acusado por tres mujeres de tener “comportamientos inadecuados de naturaleza emocional y física”.
En un comunicado, destacó que ante las denuncias de dos mujeres en 2017, quienes manifestaron su preocupación por los comportamientos de naturaleza emocional y afectiva hacia ellas, Connor en su momento director territorial en Estados Unidos, determinó “que estas violaciones de límites emocionales -no de naturaleza sexual- eran suficiente motivo para apartar temporalmente” a Sullivan de todo ministerio sacerdotal, a pesar de que estrictamente no era algo requerido según el Código de Conducta de los Legionarios de Cristo” en ese país.
Además, el cura fue enviado a Nueva York para una evaluación durante una semana con un profesional especializado en atención a sacerdotes. Los resultados de esos exámenes no mostraron que Sullivan “representase un riesgo serio para los demás y, considerando que no había ninguna acusación de abuso sexual de menores, se le restableció en el ejercicio del ministerio y, al mismo tiempo, se le siguió proporcionando terapia constante y frecuente”.
Dos años más tarde, el 30 de octubre de 2019, otra mujer mayor de edad presentó acusaciones contra prelado “por haber tenido con ella de adulta comportamientos inadecuados de naturaleza emocional y física”. Además, señaló que el sacerdote “le había reconocido haber tenido relaciones semejantes con otras mujeres adultas”.
La congregación expuso que el 4 de noviembre de 2019, el cura fue confrontado con estas acusaciones, “apartado de inmediato del ministerio sacerdotal y sometido a una investigación interna para esclarecer la verdad de los hechos”.
El sacerdote Sullivan “se encuentra actualmente ingresado en un centro de tratamiento en Estados Unidos”, añadió.
La Legión de Cristo agregó que “dado que los hechos no eran constitutivos de delito ni hay por el momento evidencia de haber vulnerado ninguna ley, no se denunciaron ante las autoridades civiles”.
El 9 de diciembre del 2019, John Connor se trasladó durante tres días a Houston, Texas, para reunirse con tres de las mujeres afectadas y uno de sus esposos. También se reunió con dos grupos más de personas, en uno de los cuáles estuvo una de las denunciantes y que compartió su experiencia.
Añadió que el 11 diciembre de 2019 se inició una investigación externa privada. “Una vez concluya, el informe será presentado a la Junta de Revisión de la Congregación, que realizará recomendaciones al director territorial para que él pueda tomar las decisiones adecuadas y determine cuáles habrán de ser las actuaciones que correspondan al caso. Un resumen de esta investigación será publicada“.