Nueva York. Durante medio siglo hasta 2018, más de 120 gobiernos alrededor del mundo, incluyendo México, confiaban en una sola empresa suiza para mantener secretas las comunicaciones con sus espías, militares, diplomáticos y otros gobiernos, pero ninguno sabía que los dueños reales de esa empresa eran la CIA y su contraparte alemana BND, reveló el Washington Post.
La empresa, Crypto AG, se convirtió en el principal fabricante de máquinas de cifrado, y ganó millones de dólares vendiendo el equipo a gobiernos en Europa, las Américas, Asia y África. El Vaticano y la Organización de Naciones Unidas también eran clientes. “Pero lo que ninguno de sus clientes jamás supo es que Crypto AG era secretamente propiedad de la CIA” y su socio, la inteligencia de Alemania occidental, reportó el Post en un reportaje exclusivo en colaboración con ZDF, un medio alemán, quienes tuvieron acceso a una historia clasificada de la CIA e informes alemanes sobre la operación, como entrevistas con algunos de los participantes.
“Fue el logro de inteligencia del siglo”, concluye el informe de la CIA, agregando que “gobiernos extranjeros pagaban buen dinero a Estados Unidos y Alemania Occidental por el privilegio de tener sus comunicaciones más secretas leídas por por lo menos dos (y posiblemente hasta cinco o seis) países extranjeros”, reporta el Post.
Desde 1970 hasta 2018, la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), controlaron todas las operaciones de Crypto, sin el conocimiento de sus clientes, y de casi todos sus empleados.
La evolución de los productos, adaptando nuevas tecnologías, estaban diseñadas para traicionar a sus compradores. La empresa arrancó durante la Segunda Guerra Mundial bajo mando de su fundador en Suiza, quien colaboró con la inteligencia estadunidense y europea, pero fue hasta 1970 que fue comprada por la CIA y su contraparte alemana. Algunas empresas, como Siemens y Motorola participaron en mejorar el producto.
Con ello, la CIA y la NSA estaban monitoreando comunicaciones de Anwar El Sadat en 1978, de los iraníes en 1979, como otros desde Arabia Saudita a Corea del Sur a Argentina, Venezuela Colombia y México. El reportaje aborda cómo se manejó la empresa para evitar que sus empleados se enteraran de la relación con agencias de inteligencia, las disputas burocráticas entre y dentro de Estados Unidos y Alemania, como el tipo de información que se logró obtener [el reportaje: https://www.washingtonpost.com/graphics/2020/world/national-security/cia-crypto-encryption-machines-espionage/?itid=hp_hp-top-table-high_crypto-730am%3Ahomepage%2Fstory-ans].
El National Security Archive, centro de investigaciones de relaciones exteriores documentación oficial secreta, señaló hoy que el reportaje del Post confirma que entre los países que emplearon las máquinas de Crypto para sus comunicaciones secretas están los regímenes militares de la Operación Cóndor encabezados por Chile, Argentina y Uruguay cuando “realizaban actos de represión y terrorismo regionales e internacionales contra figuras de la oposición”.
Con el uso de los instrumentos de Crypto, la CIA y la NSA tenían la capacidad de monitorear operaciones golpistas y de represión tanto dentro del Cono Sur hasta actos terroristas como el asesinato de Orlando Letelier en Washington o el derribo del avión de Cubana de Aviación en 1976. Por lo tanto, afirma el Archivo, el reportaje genera nuevas interrogantes sobre cuándo y qué sabia el gobierno estadunidense sobre estas operaciones en América Latina.
El Archivo señala que documentos desclasificados por el centro revelan anteriormente que en la inauguración formal de la Operación Cóndor por sus cinco regímenes en 1975, se llegó a un acuerdo para establecer un sistema de cifrado que bautizaron como Condortel. El equipo para esa red de comunicación provino de Crypto AG. [para ver mas documentación: https://nsarchive.gwu.edu/briefing-book/chile-cyber-vault-intelligence-southern-cone/2020-02-11/cias-minerva-secret?eType=EmailBlastContent&eId=5b509d5e-ef5c-460d-9af7-ad29fe821feb].