Ciudad de México. George Méliès pasó los últimos días de su vida vendiendo juguetes, aunque el francés es reconocido en el mundo principalmente por ser el padre de los efectos especiales en el cine. Poco se conoce de su labor como dibujante, ilusionista, inventor, escenógrafo y director, entre varias otras cosas. Del Conejo a la Tierra es una obra de teatro que busca que este personaje sea visto de una manera diferente.
La puesta en escena ficciona la vida de Méliès en un viaje que combina cine, teatro y magia. En ella es posible observar al cineasta no como un genio o un loco, sino como un humano cuyos deseos lo van llevando a descubrir nuevas formas de expresión.
Del Conejo a la Tierra no es una obra biográfica o histórica, pues aunque toma como base la vida del cineasta francés, la intención de Itzel Lara, autora del texto, era hablar del retiro digno, el de un hombre que ha hecho mucho.
El Méliès de Lara, interpretado por Daniel Haddad, es un personaje que busca promover la idea de que aquello que parece imposible tal vez no lo sea. Por eso la pieza teatral, además de hacer uso de escenas originales del francés, también se vale de trucos de magia para comunicar al espectador la manera en que el cineasta pudo haberse sentido al concebir sus obras.
Ya sea la luna, el cinematógrafo, los autómatas, el cine o el teatro, los elementos y escenografía que conforman la puesta en escena están repletos de guiños al universo que Méliès creó. La pieza es una oda al hombre visionario que fue el cineasta, al tiempo que rescata su trabajo en otras disciplinas.
Dirigida por David Olguín, e interpretada por Gabriela Guraieb, Raúl Villegas, Sandra Cecilia y Haddad, Del Conejo a la Tierra se presenta los sábados y domingos en el Foro Shakespeare. Estará disponible hasta el 9 de mayo.