Una vez que el Poder Legislativo regule el uso lúdico, medicinal e industrial de la cannabis, la esta planta será “un cultivo más de la agricultura”, sostuvo Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
En entrevista durante la presentación del Proyecto Nacional de Plantas Nativas para la Alimentación y la Agricultura, con el tema Vainilla, de México para el Mundo, descartó que la siembra de mariguana pueda generar que caiga el cultivo de granos básicos en el país, debido a que pueda ser económicamente más atractiva la siembra de cannabis.
Reconoció que diversas comunidades originarias han expuesto su interés por obtener licencias para sembrar la planta, pues en la propuesta para regular su uso se establece que 40 por ciento de las licencias serán para campesinos y ejidos.
“Como está ocurriendo en otros países, debería ser uno de los cultivos que con un esquema regulatorio eventualmente pudiera ser un cultivo más de la agricultura, efectivamente”.
Acotó que si bien ahora la mariguana es un “cultivo ilegal”, la Sader esperará a que acabe el proceso en el Senado para definir cuál va a ser su “papel”
“Ahora lo que estamos esperando es que este proceso que tiene que ver con la legalización, que tiene que ver con cuál va a ser el destino de este producto; nosotros estaremos siempre esperando cuando este proceso, que tiene que ver mucho con términos de la Secretaría de Salud, de su legalización en el Congreso, estaríamos pensando cuál va a ser el papel de nosotros, ya como Sader tendríamos que tomar“.
Luego de la prórroga otorgada por la SCJN, el poder legislativo tiene hasta el 30 de abril para regular el uso lúdico medicinal e industrial de la cannabis.
Hoy la Sader puso en marcha el Proyecto Nacional y Plantas Nativas para la Alimentación y la Agricultura, con el objetivo central de promover el desarrollo de las comunidades rurales, a través del uso sostenible de las especies nativas, y como una oportunidad para alcanzar la reconversión y diversificación productiva.
Esta iniciativa, que arrancó con la flor de Nochebuena y continúo con la Vainilla, de México para el mundo, podrá generar políticas públicas en relación con la conservación, mejoramiento, producción, difusión y consumo de plantas nativas para la alimentación y la agricultura, a través de cinco acciones: uso de material genético; infraestructura y equipamiento; mecanización y automatización; manejo y conservación de suelo y agua, y valor agregado e inserción a los mercados.
Además, detonar el conocimiento y desarrollo de nuevas variedades de plantas nativas para su transformación en productos con mayor aportación nutritiva o valor económico para la sociedad rural, a fin de reconocer que históricamente nuestras comunidades han utilizado los recursos naturales de manera cotidiana pero con mínimos beneficios.
En el evento, Villalobos Arámbula, señaló que México le ha dado al mundo especies agrícolas de gran valor productivo y que son un referente en la importancia y reconocimiento de la biodiversidad en el país, pero que de forma prácticamente empírica han mantenido su cultivo estas especies nativas.
De esta manera, afirmó, “nos toca rescatar esta diversidad de especies de origen mexicano, hablamos de más de 60 especies domesticadas en el territorio nacional, donde destaca la vainilla, que es una orquídea, con un valor cultural y económico para los pequeños productores del país”.
Subrayó que este producto emblemático de México representa una parte esencial de la cultura de toda una región y, con este proyecto, se aprovechará su impacto económico en beneficio de las comunidades rurales, con el reconocimiento del papel de la mujer en el proceso productivo de la vainilla.
Aseguró que el país es un importante productor de vainilla natural de alta calidad, por lo que es clave su rescate, revaloración e impulso productivo, no sólo como un acervo sino como parte de un ingreso económico de las familias rurales de zonas de alta marginación en el país.
Con la presencia de productores, investigadores, especialistas y funcionarios de la dependencia federal, el secretario afirmó que México ha dado a mundo más de 60 especies que hoy son la base de la agricultura y la alimentación, como el maíz, vainilla, cacao, amaranto, jícama, tomate, chile, aguacate y frijol, entre otros.
El subsecretario de Agricultura, Miguel García Winder, puntualizó que la vainilla nos ofrece la oportunidad de fundir el conocimiento científico con el conocimiento ancestral, y permitirá conjuntar acciones para potenciar su producción en más de siete mil hectáreas y la producción de alrededor de cuatro mil 100 toneladas.
Esto representará, agregó, un mayor rendimiento económico y social, a través de la articulación de todos los actores productivos, lo que permitirá beneficiar a las más de cuatro mil familias que en el país viven del cultivo de la vainilla, con la siembra de 874 hectáreas y una producción de 562 toneladas.
La presidente no gubernamental del Comité Sistema Producto Nacional de la Vainilla, Adriana Aparicio Gaya, resaltó que es un acierto este proyecto que traerá importantes beneficios en el rescate de la vainilla, una planta mexicana emblemática en el arte culinario, y que es considerada como el segundo producto de mayor valor y demanda en el mercado internacional, después del azafrán.
Detalló que hay 39 municipios de Veracruz y Puebla que producen vainilla, sin embargo hay nueve estados en el país con potencial productivo: San Luis Potosí, Guerrero, Hidalgo, Nayarit, Oaxaca y Tabasco, entre otros, con los cuales se alcanzarían las cinco mil hectáreas de cultivo.
El investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Delfino Reyes López, habló de los recursos fitogenéticos de la vainilla y la oportunidad para el desarrollo del campo mexicano, al ser un producto utilizado en la alimentación, medicinas y artesanías. Se requiere promover su diversificación, a través del desarrollo de especies, producción de semillas y promoción en mercados, de las 10 especies reconocidas en el país, apuntó.
El investigador del Colegio de Postgraduados (Colpos), Braulio Herrera Carrera, abordó el tema de la diversidad productiva de vainilla en México, que adquiere un alto valor comercial porque lleva una polinización compleja, delicada y precisa, además demanda mano de obra y su cultivo en un clima adecuado para posibilitar la floración.
El especialista del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), Juan Hernández Hernández, con su presentación: Oportunidades de producción y beneficio de la vainilla, refirió que la orquidia se puede cultivar como monocultivo o asociado con café, cítricos y algunas especies forestales, entre otros.
El gerente de la Fundación Produce de Puebla, Mauricio Mora Pérez, abordó el tema de la bioeconomía de la vainilla, a la que calificó como uno de los productos con mayor valor agregado, con amplios beneficios económicos y sociales, debido a su alta demanda en los mercados internacionales.
Dijo que un manejo integral de la agroindustria y la bioeconomía permite el aprovechamiento de todos los componentes y procesos del producto.