Las personas indígenas tienen casi el triple de posibilidades de vivir en situación de pobreza extrema, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). A nivel mundial, destacó, esta población gana 18.5 por ciento menos que el resto, y en su mayoría se emplean en trabajos informales (86.3 por ciento).
En el documento titulado Aplicación del Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales, detalló que globalmente viven alrededor de 476.6 millones de indígenas, de las cuales 238.4 millones son mujeres. Representan alrededor del 6.2 por ciento de la población mundial; Asía y el Pacífico es donde se encuentra la mayoría (70.5 por ciento), seguido de África (16.3 por ciento), América Latina y el Caribe (11.5 por ciento), América del Norte (1.6 por ciento) y Europa y Asia Central (0.1 por ciento).
Indicó que alrededor del 15 por ciento de las personas indígenas viven en los 23 países que han ratificado el Convenio, entre ellos México. Lo anterior, agregó, “pone de relieve un desafío importante”, pues una mayoría de esta población “sigue sin estar cubierta por la protección que establece dicho tratado internacional, “incluso habiendo transcurrido 30 años desde su adopción”.
La OIT advirtió que las madres indígenas se enfrentan a desafíos particulares en el mercado de trabajo que pueden ser mayores que los que afrontan los padres. El 43.5 por ciento de las mujeres que tienen hijos de entre 0 y 5 años de edad tiene un empleo, frente al 86.4 por ciento de los hombres en la misma condición. También tienen menos probabilidades de conseguir un trabajo que las indígenas que no tienen hijos pequeños.
Agregó que las personas indígenas siguen dependiendo en gran medida del sector agrícola, el 55 por ciento. Sin embargo, ello no significa necesariamente que continúen con sus actividades tradicionales de subsistencia, sino que también incluye trabajo en las plantaciones y como asalariados.