El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, señaló, acerca de la negociación con los mandatarios del blanquiazul, que hubo múltiples reuniones, pero no es posible aceptar convenios a medias o condicionados.

El presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró que la adhesión es voluntaria, pero si no quieren porque van a seguir comprando caro, entregando contratos de obra a contratistas influyentes, entonces el dinero no será suficiente y en Palacio Nacional vamos a informar dónde faltan medicamentos y dónde hay mal el servicio.

Por la tarde, al término de la reunión con el titular del Ejecutivo, el dirigente de la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (Goan), Martín Orozco, de Aguascalientes, contradijo esa información y aseguró que nueve de sus correligionarios aún no resuelven adherirse al Insabi porque están a la espera de que se concrete un acuerdo financiero para una nueva distribución de fondos. Absolutamente no hay nada, no se firmó nada de adhesión, en la comida con el Ejecutivo federal el tema presupuestal atoró la negociación.

El gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, afirmó que la gratuidad en el tercer nivel dependerá de la negociación con el director del Insabi, Juan Ferrer, para una nueva distribución de fondos a partir de la contrapropuesta que presentaron.

Más tarde la Goan emitió un comunicado en el cual no aludió a la comida con el Presidente. Lamentó que ayer no se ratificara el convenio que suscribieron el pasado 31 de enero, donde se estableció que habría reglas para la transición en el financiamiento a las entidades, un mecanismo de rembolso o recuperación del dinero que los estados destinen a la atención de las enfermedades catastróficas que cubría el Seguro Popular, así como la definición de los recursos que les corresponderían de los 40 mil millones de pesos extras asignados al sistema de salud.

En el comunicado, la Goan aseguró que ayer la Federación redujo la posibilidad de un acuerdo a una postura única: adherirse o rechazar el modelo original del Insabi en su totalidad. De cualquier manera, los panistas participarán en la compra consolidada de medicamentos.

A la reunión asistieron, además de Orozco y Domíguez, los gobernadores de Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Quintana Roo, Tamaulipas, Yucatán y Nayarit. Este último es el único que se ha adherido al Insabi.

Por la mañana, en la conferencia en Palacio Nacional , López-Gatell presentó el informe El Pulso de la Salud, con la lista de las 23 entidades que decidieron suscribir el convenio con el Insabi y en donde el gobierno federal se compromete a invertir todo lo que haga falta para garantizar atención y medicamentos gratuitos el 1 de diciembre próximo.

Acerca de la falta de acuerdo con los panistas, el subsecretario dijo que no se logró la unidad de propósitos. Los acuerdos a medias o condicionados no garantizan el cumplimiento del derecho humano a la salud, sostuvo.

Más tarde se supo que Jalisco, Nuevo León y Coahuila aceptaron convenios de coordinación, no de adhesión.

López-Gatell planteó como parte del plan sanitario la remodelación, ampliación y sustitución de unidades médicas y hospitales rurales del programa IMSS Bienestar, sobre todo la infraestructura que se encuentra en cuatro estados que rechazaron adherirse al Insabi: Chihuahua, Coahuila, Michoacán y Tamaulipas. Ahí, las personas sin seguridad social podrán acudir a esas clínicas y nosocomios, explicó.

El director del IMSS, Zoé Robledo, comentó que el presupuesto de IMSS Bienestar es de 13 mil millones de pesos este año y el Consejo Técnico aprobó mil 200 millones para infraestructura.

En tanto, Aguascalientes, Baja California Sur, Guanajuato, Jalisco y Nuevo León, que tampoco se adhirieron al Insabi y carecen de infraestructura de IMSS Bienestar, mantienen la responsabilidad total de los servicios médicos.

Sobre los servicios de alta especialidad, López-Gatell informó que los 23 institutos nacionales de salud –que otorgan servicios médicos– y hospitales federales están en el plan de gratuidad.

El titular del Ejecutivo puntualizó que el gobierno federal asume el costo de las cuotas de recuperación, 4 mil 484 millones de pesos, que representan 13.7 por ciento de los ingresos de esos nosocomios.