Ciudad de México. La ausencia del líder andino Evo Morales Ayma en Bolivia plantea una “dura” campaña del Movimiento Al Socialismo (MAS) en las elecciones del 3 de mayo, aunque el triunfo es seguro, afirmó Álvaro García Linera, primer vicepresidente del país andino.
“Estamos nosotros apostando a ganar. Es un momento muy complicado por la ausencia de Evo en el exilio”, dijo al dictar la conferencia magistral El proceso boliviano en el contexto latinoamericano, hoy en el Auditorio Jorge Carpizo de la Coordinación de Humanidades de la UNAM.
Para el intelectual, político y militante de izquierda Morales Ayma “es un articulador” y tiene la fuerza de enlazar el campo con la ciudad, un sector social con otro.
Son diversos los frentes los que se han inscrito a las elecciones convocadas tras el golpe de Estado contra el presidente derrocado Morales Ayma que se resumen en una derecha conservadora, racista “fascistoide y religiosista”; un sector de centro que representa Carlos Mesa y el MAS.
Advirtió una campaña electoral muy desigual en la que la opinión pública está muy alineada, sin embargo, el MAS es una única fuerza de izquierda y la fragmentación de las derechas ayuda.
Su objetivo es obtener 40 por ciento de los votos y ganar en primera vuelta, porque la segunda será más complicado. “Vamos a ganar, lo que no sé es con cuánto. No va a estar fácil. Soy honesto, no sé si vamos a pasar el 40 por ciento en primera vuelta. Estamos haciendo todo el esfuerzo”, dijo.
García Linera habló ante universitarios y acompañado por el ex ministro de Minería de Bolivia César Navarro y ex viceministro de Desarrollo Rural y Tierras, Pedro Damián Dorado, quienes llegaron hace una semana a México en calidad de asilados luego de haber sido detenidos durante algunas horas en Bolivia a pesar de contar son salvoconductos válidos para viajar a nuestro país.
Sobre América Latina expresó que no existe una tendencia clara sobre el tipo de gobiernos que han emergido. No hay triunfo ni para fuerzas conservadoras, ni para los gobiernos progresistas.
Expuso que en los últimos años han emergido fuerzas conservadoras de derecha que lucha de una forma mucho más flexible, es decir, puede apelar a las elecciones para conseguir sus proyectos o recurrir a la violencia en la búsqueda de sus reivindicaciones.