Beijing. China envió a trabajadores médicos y equipo el lunes a su recién terminado hospital de mil camas para tratar a las víctimas de un nuevo virus que ha dejado 362 muertos y más de 17 mil 300 personas infectadas en el país y el extranjero.
La reapertura de escuelas también fue demorada para impedir que el virus se extienda más en la provincia central de Hubei, la más golpeada, donde el hospital especializado en la ciudad de Wuhan fue erigido en sólo 10 días. Se está construyendo un segundo hospital con mil 500 camas.
En una ciudad las restricciones fueron endurecidas aún más al permitir que sólo un familiar pueda salir a adquirir comestibles cada dos días.
Equipos médicos del Ejército de Liberación del Pueblo seguían llegando a Wuhan para relevar a los abrumados trabajadores sanitarios de esta ciudad, la capital provincial, y para trabajar en el nuevo hospital, localizado en la campiña lejos del centro de la urbe. Tomas de video difundidas por la televisora estatal CCTV mostraban pabellones prefabricados equipados con equipo médico de vanguardia y sistemas de ventilación.
Zhong Nanshan, destacado epidemiólogo chino, dijo que el tener espacio adicional en los hospitales es crucial para detener los contagios.
“La falta de habitaciones de hospital obligó a la gente enferma a volver a sus casas, lo cual es extremadamente peligroso. Así, el tener (camas) adicionales disponibles es un gran avance”, declaró al canal noticioso de CCTV, el cual opera las 24 horas.