Al filo de las 9:45, diez minutos antes de la hora programada para el despegue, proveniente de Palacio Nacional, donde ofreció su tradicional conferencia de prensa, el presidente Andrés Manuel López Obrador y su reducido equipo de seguridad ingresaron al avión de Aeroméxico que efectuaría el vuelo 507 con destino a Villahermosa.
Un par de minutos después del ingreso del mandatario, una familia de cuatro personas -dos adultos y dos niños- se levantaron voluntariamente de sus asientos en vísperas del despegue para descender de la aeronave. Escuetamente, el padre de los dos hijos refirió que prefería bajarse porque era riesgoso volar en el avión donde se trasladaba el Presidente.
Sin mayores aspavientos se dirigieron a la salida del avión. Acto seguido un grupo de cuatro integrantes del servicio de seguridad del aeropuerto ingresaron a la aeronave para iniciar una revisión "protocolaria" cuando algún pasajero opta por bajar del avión de improviso.
De inmediato se abocaron a revisar los asientos y los espacios donde se coloca el equipaje de mano por espacio de 10 minutos. Aunque la revisión se realizaba en torno al asiento que ocupaba, el mandatario no se inmutó ni realizó ningún comentario, como tampoco lo hicieron su equipo de seguridad que mantuvieron una discreta vigilancia.
El vuelo 507 despegó alrededor de las 10:15 horas con destino a Villahermosa, donde el mandatario iniciará una gira de tres días por Tabasco, Campeche y Quintana Roo.
A su llegada al aeropuerto de Villahermosa, López Obrador se encontró con la demanda de decenas de maestros reclamando plazas en el sector educativo
Tras el hecho, varios videos de la situación comenzaron a circular en redes sociales, mismos que fueron ampliamente comentado.