Madrid. Con México como el gran motor de la entidad financiera, el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) obtuvo unos beneficios de más de tres mil 500 millones de euros (70 mil millones de pesos) en el ejercicio del año 2019, lo que representa un 35 por ciento menos que en el año anterior, debido a dos factores concretos: el saneamiento de su filial en Estados Unidos -que costó al banco algo más de mil 300 millones de euros- y la venta de su negocia en Chile, que provocó una reducción de las plusvalías. Un dato que explica la importancia del mercado mexicano en el resultado global de la entidad financiera es el porcentaje nuevo crédito total del mercado, que se situó en el 36,4 por ciento de todo el grupo bancario y que casi la mitad de las ganancias globales del grupo proceden del mercado mexicano.
El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, presentó en la sede central de Madrid los resultados del año pasado del banco, que a su juicio fue un “muy buen año” ya que “el BBVA ha logrado unos excelentes resultados en 2019, gracias a unos ingresos recurrentes récord que ha permitido que hayamos alcanzado un beneficio sin singulares de cuatro 830 millones de euros, el mayor desde el año 2009”.
Es decir, que la entidad financiero superó los beneficios de los últimos diez años pero sólo si no se toman en cuenta los dos factores que lastraron sus ganancias, es decir, su saneamiento en EU y la venta de su filial en Chile. El presidente del BBVA también resaltó que la tasa de mora se ha situado en el 3,8 por ciento, la más baja de la última década, y el ratio de capital en el 11,74 por ciento, con un incremento muy relevante en el año. “Y todo ello lo hemos logrado, en un entorno muy complejo desde el punto de vista macroeconómico marcado por las tensiones comerciales y por los bajos tipos de interés”, advirtió.
Carlos Torres Vila ha señalado también que, en 2019, “nuestro modelo diversificado y estrategia diferencial, unidos al enfoque continuo en la creación de valor para nuestros accionistas, nos ha permitido lograr una rentabilidad del 12%, liderando la industria bancaria europea”. Además anunció que su objetivo será profundizar en una estrategia que integre los intereses de clientes, empleados, accionistas y de la sociedad en su conjunto, equilibrando el punto de vista económico con el medioambiental y con el social en todo lo que hacemos”.
En los resultados anuales, la ratio de capital de máxima calidad se aproxima ya al 12 por ciento, tras mejorar en el año desde el 11,34 al 11,74. El grupo ha absorbido impactos regulatorios por 25 puntos básicos durante los últimos doce meses. Con este nivel de fondos propios, BBVA, que ya pagó un dividendo de 0,10 euros en efectivo en octubre de 2019, ha anunciado que repartirá entre sus accionistas otros 0,16 euros en abril de este año. De este modo, la retribución con cargo a 2019 se situará en 0,26 euros, el mismo importe que en 2018. Representa un porcentaje del beneficio ordinario destinado a dividendos del 36 por ciento.
Como novedad y frente a la política que venía manteniendo, BBVA ha anunciado que el 24 de marzo celebrará en Madrid un Día del Inversor para presentar las nuevas líneas estratégicas establecidas por el grupo en 2019, tras la llegada a la presidencia de Carlos Torres y el nombramiento de Onur Genç como consejero delegado. BBVA ya había dejado entrever en los últimos meses que podía dar este paso, en línea con la política que tienen implementada todos los bancos españoles.
México, que se mantiene como gran motor, y América del Sur, sostienen la cuenta. Registran mejoras de beneficios frente a la caída que se produce en el resto de grandes mercados, EEUU y Turquía, y en menor medida, España.La filial mexicana aporta ya el 44,8 por ciento de las ganancias, con un resultado de 2.700 millones, un 14 por ciento más que hace un año.
España se mantiene como segundo mercado (23 por ciento), aunque el beneficio, de mil 386 millones, se reduce un 1 por ciento. La cuenta se resiente por la caída del 3,9 por ciento de los ingresos: aunque las comisiones suben un 4 por ciento, el descenso del 1,4 del margen de intereses y sobre todo, la reducción del 55 de los resultados por operaciones financieras, pasan factura al margen bruto.