Mérida, Yuc. El director general del Fonatur, Rogelio Jiménez Pons, afirmó hoy viernes que Mérida será el punto neurálgico del Tren Maya, y que el predio de La Plancha será utilizado como estación principal del Megaproyecto. Señaló, además, que el ingreso a la ciudad sería mediante un túnel subterráneo de casi cuatro kilómetros para no afectar las vialidades y estorbar a la ciudad.
Reconoció que esa idea ha causado mucha polémica porque allí una asociación de vecinos pretende que se haga un parque, “pero creo que puede haber un parque y una estación, ya tenemos algunas alternativas”.
En ese momento, interrumpió la rueda de prensa Félix Antonio Rubio Villanueva, presidente de Gran Parque La Plancha AC, quien le informó a Jiménez Pons lo que los vecinos desean para ese espacio, al tiempo que aseguró que no quieren que el tren pase por allí.
“Creo que lo que debemos hacer es presentar las propuestas, es un problema técnico urbano, nosotros tenemos algunas alternativas para que ustedes vean que los propósitos se pueden cumplir perfectamente, es decir que no le estorbe a la ciudad y que genere una plusvalía a través de una estación”, le respondió el funcionario.
Añadió que él entiende la posición de los vecinos, “pero también podemos hacer por abajo una estación, entonces eso no le molestaría a nadie. Es un terreno federal que ha estado ahí por mucho tiempo, se sabe que tiene que tener un destino parcial para jardín, es un terreno privilegiado”.
Aseguró luego que se puede llegar a buen término, porque el propósito es hacer algo de calidad, revivir esa zona, arreglar todo ese espacio para el beneficio de la sociedad.
“No es una discusión técnica que se lleve a través de los medios, eso lleva su tiempo, su ritmo, su proceso, de análisis objetivo. Creo que lo primero que le puede servir a los vecinos es la plusvalía, la actividad económica será fundamental, tiene que verlo a futuro”, le señaló al quejoso.
Finalmente, afirmó que la ciudad gana, con una estación respetuosa del tránsito, que le de valor, con una buena arquitectura como lo fue la estación hace mucho tiempo y sobre todo que sirva para revitalizar a una zona actualmente deprimida”.
A su tiempo, Rubio Villanueva, explicó que se trata de un proyecto que inició en 2014, en el que se invitó a varias agrupaciones y se hizo un foro multidisciplinario al que asistieron 132 profesionistas entre arquitectos, ingenieros, biólogos, antropólogos, etc., del cual salieron más de 700 propuestas.
“En esas casi 30 hectáreas, queremos hacer un gran parque ecológico con una serie de servicios como bibliotecas, lugares para caminar, para llevar las mascotas, que esté bien iluminado, donde se han propuesto tres mil árboles frutales y maderables, cinco mil arbustos y una gran cantidad de plantas decorativas”, detalló.
Pero fue firme al asegura que “no queremos que el tren entre a Mérida, cuando el tren entraba a Mérida había 50 mil vehículos y hoy hay más de 500 mil vehículos en la ciudad; esa parte era descampada, no había nada, hoy hay tres escuelas, el Seguro Social que diario reúne como 20 mil personas, mayormente de la tercera edad, que tienen que cruzar la vía del tren, hay una facultad más adelante, y se mete a toda la parte urbana nueva de los últimos 25 años”.
Rubio Villanueva precisó que en 2018 se autorizó a trasladar todos los ferrocarriles de La Plancha a Umán, y que allí sería una buena opción para la estación.
-Sin notificación formal, no podemos actuar-
El director de Fonatur también se refirió al amparo presentado por comunidades indígenas para solicitar la suspensión provisional del megaproyecto: “según lo que nos han indicado nuestros abogados, mientras no tengamos la notificación formal no podemos actuar en consecuencia”.
“Nosotros estamos informados de un solo amparo que presenta el señor Gerardo Martínez Jiménez, representante del Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (CEIPX), ellos se inconformaron con respecto a las asambleas”, puntualizó.
Como se recordará, el pasado 14 de enero, integrantes del Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (CRIPX), obtuvieron una suspensión provisional por parte del Poder Judicial de la Federación, para frenar el megaproyecto del Tren Maya.
“Quiero hacer notar que no son comunidades, es un grupo muy respetable dentro de una comunidad, hemos estado en pláticas con ellos, vamos a atender lo que nos dictamine el Poder Judicial, oficialmente hasta ahora no sé si ya se recibió o no la notificación, no vamos a actuar en desacato ni mucho menos, recibiendo la notificación procederemos a realizar las respuestas correspondientes”, aseguró.
Sin embargo, Jiménez Pons aseguró que el “proyecto va evolucionando, vamos bien y ya se tienen las primeras fases de licitación”.
“Ya se lanzaron las primeras prebases, es decir una especie de consulta a los distintos proveedores, a los interesados en participar en la licitación. La semana pasada tuvimos una reunión donde asistieron 85 empresas, de las cuales 60 eran nacionales y 25 internacionales, se puede decir que este tipo de obras es muy atractiva para las grandes empresas no sólo de México, sino del mundo”, abundó.
Con relación a los vecinos de Campeche, que no quieren ser reubicados por dónde pasará el tren, dijo que no cree que sea cierto que esas viviendas estuvieran asentadas antes de la construcción de las vías, ya que las mismas tienen antecedentes de los años 30; “eso es una propiedad federal, nosotros tenemos que considerar el patrimonio que han fincado en los últimos años, respetárselos y llegar a una buena conclusión, pero ninguno de ellos tienen un título de propiedad porque están en zona federal”.
Detalló que incluso hay casas muy buenas de hasta de tres plantas, pero es un problema de seguridad, las opciones para pasar por Campeche son mucho más conflictivas, “porque le quitaríamos la posibilidad a ese estado de que tenga una estación, recuperar toda esa zona es muy importante”.
“ONU Habitat está haciendo esfuerzos para darles las mejores opciones y llegar a los mejores términos. Con estricto apego a los derechos humanos vamos a darle una solución que los entusiasme, no queremos correrlos, van a ganar y ganar bien”, precisó.
Indicó que primero van a tener una propiedad real que puedan heredar a sus hijos y segundo servicios y una ubicación mucho mejor. “El Tren Maya tiene que beneficiar hasta aquellos que están invadiendo”.
Con relación a que cada fase deberá tener un impacto ambiental, Enrique Dune, asesor ambiental de Fonatur, señaló que eso no es un punto que esté sujeto a discusión porque debe hacerse por ley.
“No puede haber un solo kilómetro del recorrido que no se haya analizado ambientalmente y que no esté aprobado por la autoridad correspondiente, que en este caso es la Secretaría de Medioambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Refirió que hasta la fecha no se han terminado esos estudios “porque hay aspectos del proyecto que están en construcción, y mientras no se acabe el proyecto no puede acabarse la manifestación de impacto ambiental”.
Pero afirmó que es inminente, “estamos hablando de un máximo de tres meses”, concluyó.