Ciudad de México. La titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, precisó ante la bancada de senadores de Morena, que cuando presentó como legisladora su iniciativa para despenalizar la siembra y cultivo de mariguana con fines medicinales, industriales o lúdicos, y regular la cadena completa de producción, distribución y consumo, “lo hice con el objetivo de que miles de campesinos que son víctimas de la delincuencia organizada, puedan obtener permisos de siembra y tengan asegurada la compra del producto por agentes autorizados para ello”.
Al asistir a la reunión plenaria de los senadores de Morena, Sánchez Cordero dejó en claro que el objetivo –de su propuesta- “no es necesariamente el negocio privado, no es tampoco la rentabilidad de unos cuantos o incluso de muchos, eso no es lo que motivó mi iniciativa”.
Reiteró ante el grupo mayoritario en el Senado, que el objetivo y meta de su iniciativa “es contribuir a atender un problema que ha costado mucho a la sociedad mexicana. Que ha costado vidas humanas”.
Lo que motiva su propuesta de ley, subrayó, “es la justicia social”, así como el derecho de cada persona adulta a su autodeterminación y al libre desarrollo de su personalidad, y por lo tanto, el ejercicio de esa misma libertad en sus decisiones de consumo.
El secretario de Salud, Jorge Alcocer, también presente en el encuentro con los legisladores, para hablar sobre la regulación de la mariguana, advirtió “el consumo de la cannabis no es inocuo y causa daños a la salud, entre ellos problemas mentales y de comportamiento”.
Alcocer detalló que el consumo de la cannabis, causa en forma aguda, el deterioro de la memoria a corto plazo y la alteración de la percepción espacio tiempo. Puede generar ideas suicidas, depresión, alteración de la coordinación motora e inclusive episodios psicóticos.
A largo plazo, subrayó el titular de Salud, su consumo provoca tos crónica y aumenta significativamente la ansiedad y esquizofrenia en personas susceptibles, situación que se presenta más frecuentemente en adolescentes, en los usuarios crónicos y consumo de productos con altas concentraciones de cannabinoides.
Planteó a los senadores que debido a que la madurez cerebral culmina a los 23 años se evite considerar la edad mínima de consumo para que la exposición a la cannabis no resulte en un problema de salud.
Refirió que la cannabis es la droga ilícita más consumida en el 2016, pero lo grave es que ha crecido en el uso en la población estudiantil donde cerca del 3 por ciento de niños y niñas de quinto y sexto año de primaria han consumido cannabis por lo menos una vez en su vida y un poco más del 10 por ciento de los estudiantes de secundaria y bachillerato han experimentado su uso.
Sánchez Cordero, planteó, según dijo, algunos dilemas, a los senadores, que se deben resolver (en la regulación):
“¿Los permisos de siembra y cosecha serán solamente para campesinos o se otorgarían también a empresas mercantiles o personas físicas con actividades empresariales?
“Mi personal respuesta es que los permisos sea solamente para cooperativas formadas por campesinos o para los campesinos, pero es mi pensamiento personal”.
“¿El productor directo puede incorporar procesamiento al producto o deberá venderlo sin procesamiento alguno?
¿La comercialización y venta tendrá participación privada o solamente pública?
“Propongo que consideremos un modelo que regule las ventas de primera mano, a cargo de una agencia del Estado. Es sería mi posición”.
¿Se requiere una nueva ley, como lo propone el dictamen, o bastaría con la reforma a la Ley General de Salud y otras conexas en la materia?”, cuestionó la titular de Gobernación.