Washington. El Gobierno de Estados Unidos dijo el jueves que permitirá que compañías rusas, chinas y europeas continúen trabajando en sitios nucleares de Irán para dificultar que ese país desarrolle armas nucleares.
Pero también impuso sanciones a la Organización de Energía Atómica de Irán (AEOI, por su sigla en inglés) y a su jefe, una medida descrita como un signo de la "desesperación" de Washington por el portavoz de la entidad, quien dijo que el trabajo nuclear civil de Teherán continuaría con toda su fuerza.
El Gobierno del presidente Donald Trump, que retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán de 2015 y volvió a imponer sanciones a la república islámica, permitirá que el trabajo avance mediante la emisión de exenciones a las sanciones que impiden a las empresas no estadounidenses tratar con el AEOI.
La renovación de las exenciones por 60 días permitirá que el trabajo de no proliferación continúe en el reactor de investigación de agua pesada de Arak, la planta de energía nuclear de Bushehr, el Reactor de Investigación de Teherán y otras iniciativas de cooperación nuclear.
Las medidas se dan semanas después de que Estados Unidos e Irán estuvieron al borde de la guerra. Washington mató al comandante militar iraní Qassem Solemani en un ataque con aviones no tripulados en Bagdad el 3 de enero.
Según el acuerdo de 2015 entre Irán y seis potencias mundiales (Reino Unido, China, Francia, Alemania, Rusia y Estados Unidos), Teherán acordó limitar su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones económicas que habían paralizado su economía.
Trump abandonó unilateralmente el acuerdo en mayo de 2018 y volvió a imponer sanciones como parte de una campaña de "presión máxima" diseñada para obligar a Irán a regresar a la mesa de negociaciones.