Ciudad de México. De acuerdo con el escritor Paco Ignacio Taibo II, la literatura policíaca ha desempeñado un relevante papel en el debate sobre la justicia en México a lo largo de las tres décadas más recientes.
“De hecho ha ayudado a crear una idea de justicia, de cómo quisiéramos que la hubiera y no la hay", afirmó el autor, uno de los más prestigiados exponentes de ese género literario en el panorama iberoamericano.
En la mesa redonda Claves de la novela negra, con la que fue inaugurado la noche del jueves el ciclo Literatura y justicia, combinación a debate, el escritor consideró que si bien esa aportación ha sido útil y sana, aún quedan varios aspectos por abordar.
“Hemos penetrado poco en el problema esencial: el de la moral social”, aseveró. “Mientras se sigan produciendo fenómenos como aquellos en los que la corrupción es premiada por la admiración, será muy difícil un proceso de recompostura ética, que lleva directamente al problema hágase justicia, y el país lo esta pidiendo a gritos; eso es obvio”.
Acompañado por el también escritor Bernardo Fernández Bef y la investigadora y docente Georgina García Gutiérrez, Taibo II explicó que entre los muchos contrapuestos que vive la novela mexicana se encuentra el del happy end (final feliz) contra el realismo.
“Es algo que vivimos y tratamos de encontrar una solución de compromiso entre la voluntad de que haya luz al final del túnel, de que se repare la injusticia y al mismo tiempo que exista fidelidad en la historia y de las terribles consecuencias del realismo. Practicamos un género realista, pero un realismo a la mexicana, lleno de libertades y excepciones”, indicó.
El también director del Fondo de Cultura Económica (FCE) –instancia organizadora del ciclo al lado del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe)— resaltó que los géneros policíaco y negro han sido utilizados en México por muchos de los autores como medios reparadores de injusticias.
Precisó que “un país chismoso por naturaleza” como el nuestro, donde se presiente como nación que la mayor parte de lo que le cuentan es mentira o cortina de humo, esos tipos de novelas han tenido la virtud de bajar varias capas en la niebla y ofrecer información superior a la que proporcionan los gobernantes o los medios de comunicación.
“La novela (policíaca y negra) era de alguna manera un rompedor de entuertos, un testigo de época, una visión crítica de la sociedad en la que se vivía y era, también, a luz al final del túnel”.
El ciclo Literatura y justicia, combinación a debate concluirá este viernes 31 de enero, consta de cinco mesas redondas, una sesión de cuentacuentos para público infantil y la proyección del documental El valiente ve la muerte solo una vez, de Diego Enrique Osorno.
Participan abogados, académicos, periodistas, jueces, escritores y lingüistas para reflexionar sobre la relación existente entre los fenómenos sociales de la violencia, las ciencias penales, el ejercicio literario y la impartición de justicia en México.