Ciudad de México. A 10 horas de la fuga de tres reos de alta peligrosidad del Reclusorio Preventivo Varonil Sur: Víctor Manuel Félix Beltrán, Luis Fernando Meza González y Yael Osuna Navarro, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la Ciudad de México tiene ya varios servidores públicos confesos, entre ellos tres custodios.
Tras su fuga de la zona 1 de ingresos, para lo cual se violaron cinco esclusas y se abrieron igual número de candados de seguridad para que llegaran al patio, elementos de la Policía de Investigación tomaron declaración a entre seis y 10 empleados del sistema penitenciario.
Además, revisaron las imágenes de las cámaras de seguridad del penal, ubicado en Xochimilco, que le fueron entregadas a la dependencia por la Subsecretaría de Sistema Penitenciario, tras activarse el protocolo de evasión alrededor de las 8 horas.
El subsecretario Hazael Ruiz Ortega explicó que tras el pase de lista físico realizado entre las 7:30 y 7:45 horas, fue notificado que no se encontraban los dos hombres originarios de Culiacán y uno de Nayarit, por lo que se procedió al cierre de accesos y salidas y a su búsqueda en las instalaciones.
De inmediato se avisó a la policía capitalina y a la FGJ, que inició la carpeta de investigación correspondiente, y se llevó a cabo el monitoreo de cámaras instaladas en el interior y el exterior del centro, junto con personal del Ministerio Público.
Asimismo, se implementó un operativo de búsqueda en las colonias cercanas con elementos de la policía de la ciudad y desde las cámaras del C5, y se notificó a las autoridades federales, con quienes existe coordinación permanente, sobre la evasión de los reos que tienen petición de extradición de Estados Unidos, precisó.
Señaló que en cualquiera de las rutas que siguieron para salir, tenían que haber pasado por ese número de rejas y candados para llegar al patio. ¿Pudieron saltar la barda?, se le preguntó. No podemos descartar ninguna línea de investigación
, respondió Ruiz Ortega.
El protocolo de evasión, precisó, se aplicó en todos los centros de reclusión; se disparó
una alerta a diferentes instancias locales y federales sobre los hechos; se reforzaron las medidas de seguridad y se pasó a un tema mucho más estricto en la lista de las personas consideradas como de alto riesgo
.
Mencionó que se difundieron las fotografías de los internos para que la población denuncie al 911 o de manera anónima al 089, en caso de tener información.