Ciudad de México. El marco jurídico para la eventual rifa del avión presidencial está en análisis, la base es que la organización y vigilancia del sorteo correspondería exclusivamente a la Lotería Nacional, dijo Ricardo Peralta, subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, área de la que depende la dirección de Juegos y Sorteos.
El funcionario dijo que esa dirección supervisa las rifas organizadas por particulares y, el asunto del avión, se refiere a un bien del Estado, adujo.
Por un lado, la Ley de Juegos y Sorteos es de 1947 y -señaló Peralta- “no contempla este tipo de sorteos como tal”.
En tanto, la normatividad de Pronósticos Deportivos -que se fusionó con la Lotería Nacional- está en construcción.
“Son de los temas técnicos que se tendrán que explicar conforme vayan pasando los días. No hay nada definitivo, (la rifa) es una propuesta más”, indicó Peralta en entrevista, antes de recibir a un grupo que mantenía bloqueados los accesos de Gobernación.
Añadió que no hay ninguna sujeción de tiempo para definir el particular.
El sorteo, subrayó, sería totalmente organizado por la Lotería Nacional.
“No es un sorteo de un particular, es parte de un bien estatal, en este caso me refiero al avión, parte de la propia organización que tendría que desarrollar la lotería, en la emisión de los boletos, de que esto sea transparente, pero está en proceso de análisis”.
En este momento, precisó en entrevista, la dirección de Juegos y Sorteos no tiene ningún tipo de instrucción respecto a que sea esta dirección la responsable de llevar a buen puerto la rifa del avión”.
Derecho a tuitear
En otro tema, el funcionario defendió su derecho a expresarse en redes sociales.
Después de haber escrito un refrán (“A chillidos de marrano, oídos de chicharronero”) que suscitó críticas, dijo que el derecho constitucional de expresión que tiene como ciudadano, no restringe su actividad laboral y reiteró que no se refirió a las víctimas.
“Me referí (con ese tuit) a las fake news, a los periodistas chayoteros, a los que ya no quiere la gente ni leer ni escuchar”, señaló.
Dijo que tiene derecho de decir lo que quiera tanto en cátedra como en redes sociales.
Este episodio, añadió, es un ejemplo muy claro de cómo por una frivolidad, con un mensaje de tanta sabiduría popular como son los refranes, los adversarios están tan molestos porque queremos cambiar al país.
Son reaccionarios, aseguró, de quienes “hasta lo que no comen les hace daño”.