Ciudad de México. El nuevo etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados fue una “imposición” que podría costar alrededor de de 6 mil millones de pesos a las empresas, aseguraron representantes del sector privado, aunque mantienen la esperanza de que a través del diálogo con el gobierno federal para llegar a una solución del problema.
Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) aseguró que existe preocupación en la iniciativa privada, pues reiteró que no fueron escuchados, a pesar de presentar documentos y trabajar durante varios meses, para crear un etiquetado que proporcione más información al consumidor.
Aseguró que se presentó una propuesta para combatir la obesidad, el mismo que aceptaba una nueva forma de etiquetado nutrimental, así como cambiar los hábitos de vida de la población — como incrementar el ejercicio físico—, y cambiar las fórmulas de los productos para reducir las calorías, grasas, sodio y azúcares añadidos.
“Nuestras sugerencias no fueron escuchadas. Lo increíble es que de todas, ninguna, ninguna, fue aceptada por la autoridad”, es decir, por los comités consultivos de las secretarías de Salud (Ssa) y de Economía (SE).
El líder empresarial acotó que esa última dependencia inclinó la balanza en favor del nuevo etiquetado que es similar al modelo de advertencia que existe en Chile. “El voto de calidad que se tuvo que dar en el casi un empate lo dio la Secretaría de Economía, quizás sin pensar las consecuencias que esto puede tener sobre toda la cadena de valor”, dijo.
Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) destacó que las empresas agroalimentarias recurrirán al amparo contra la nueva Norma Mexicana 051, pero subrayó que la aplicación del etiquetado disminuirá la producción de trigo, maíz, hortalizas y frutas, caña de azúcar.
“La producción nacional anda en 230 mil toneladas. De la industria procesadora de alimentos son 75 por ciento de la producción,alrededor de 171 mil. toneladas y si habría un impacto de 25 por ciento menos consumo, fuera un impacto de 42 mil toneladas”, detalló.
Alejandro Malagón, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca), aseguró el costo por cambiar el etiquetado puede ascender a 6 mil milllones de pesos, monto que sólo se refiere al cambio físico y no considera el costo de propiedad intelectual.
Jaime Zabludovsky, presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico) indicó que el etiquetado, que ocupará una tercera parte del envase, no incentiva la reducción del problema de la obesidad, en tanto que gobiernos de Europa y Estados Unidos han manifestado su preocupación por estas nuevas medidas.
Cuestionado sobre si recurrirán al amparo colectivo, Salazar Lomelin aseguró que la iniciativa privada está estudiando los recursos legales, pero priorizo el diálogo con el gobierno federal. Subrayó que si se puede dialogar y llegar a una solución del problema.