Ciudad de México. Los industriales del país sostuvieron que el etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas debió basarse en una política integral sin satanizar sectores, por lo que los afectados con las nuevas disposiciones son el consumidor y las micro y pequeñas empresas.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Enoch Castellanos Férez, indicó que el consumidor no podrá comprar la diferencia entre lo que contiene un producto, como la cantidad de azúcares que tienen uno y otro, porque el etiquetado de octágonos negros no detalla la información nutrimental que contiene.
Aseguró que se hizo “oídos sordos” a los planteamientos, mismos que hasta la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) comentó.
Agregó que ni el propio gobierno va a poder cumplir su norma, pues 80 por ciento de los productos que distribuye y comercializa Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) deberán cambiar también el etiquetado.
El líder industrial sostuvo que la preocupación de Canacintra son las afectaciones a la micro y pequeñas empresas que fabrican todo tipo de alimentos, pues tendrán que modificar nuevamente el etiquetado que ya se había hecho dos años atrás y que representa un costo adicional.
Destacó que preocupan los plazos mínimos interpuestos para ejecutar la norma deben de ser menos de dos años, porque hacerlo antes “va a lesionar directamente a las empresas de menor tamaño, a las cuales les vamos a poner otra losa más, a la que ya esta teniendo la economía sin crecimiento”.