Luego de que en Morena escaló la división interna tras la realización de un Congreso Nacional Extraordinario en el que fue relevada de sus funciones como presidenta nacional del partido Yeidckol Polevnsky, quien, a su vez, desconoció los acuerdos, el presidente Andrés Manuel López Obrador refrendó su postura de no involucrarse en temas partidarios.
“Nada, silencio. No cómplice, sino que no me corresponde. No tengo por qué participar en eso, le deseo a todos los partidos que resuelvan sus diferencias con democracias”, indicó este lunes en su conferencia de prensa. “Para nombrar a dirigentes, la línea es que no hay línea”, agregó.
En años anteriores, afirmó, era el presidente quien se convertía en el jefe político de la fuerza política que lo llevaba a la presidencia, por lo que decidía quien iba a dirigir su partido.
“Eso ya no, yo no me ocupo de eso, yo estoy ahora representando a todos los ciudadanos de todos los partidos. A creyentes y no creyentes, a ricos y pobre. No soy jefe de partido, ni jefe de camarilla. Me gustaría no sólo ser Jefe de Estado, me gustaría ser jefe de nación, eso sí, pero no meterme con cuestiones partidistas”.
Como ejemplo, dijo que hoy se reunirá con gobernadores del PRI, con quienes comerá; el jueves desayunará con legisladores de Morena y del PT, y la próxima semana comerá con gobernadores del PAN, para mantener comunicación y buenas relaciones con todos los gobernadores e intercambiar puntos de vista, “pero en lo que corresponde a los baches, en cómo les fue de presupuesto, en qué podemos ayudar”.
Como resultado de dichos acercamientos, señaló que el viernes pasado se logró el primer convenio de federalización de la educación con Michoacán.
Además, al referirse a sus prioridades en temas legislativos, insistió que sus prioridades son elevar los derechos sociales y becas a rango constitucional.
Tras indicar que una de sus prioridades es atender a los jóvenes con programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, así como atender las causas de la desigualdad, conminó a comparar los estados donde más avanzó la privatización de la educación con los niveles de inseguridad y violencia, por lo que insistió en atender las causas de fondo del problema. “Nunca más un régimen antipopular, entreguista”, expuso el mandatario.