Al mismo tiempo, el populista derechista Donald Trump está ganando. Todo indica que será exonerado en el juicio político, lo cual proclamará como un triunfo contra los diabólicos izquierdistas
del Partido Demócrata que deseaban anular los resultados de la pasada elección, así como su relección este año. A pesar de pruebas abrumadoras del uso corrupto y abusivo de su puesto para intereses propios, y la obstrucción de las investigaciones sobre su comportamiento ilegal, Trump ha mantenido fieles a sus filas y de manera sorpresiva sigue con la misma aprobación pública desde que llego a la Casa Blanca, alrededor de 40 por ciento, que aunque es históricamente baja para un presidente, es suficiente para mantener el poder, por ahora.
Trump intenta imponer su marca sobre el mundo, al anunciar en Davos que en su mando, Estados Unidos está ganando de nuevo como nunca antes
y que por eso sus aliados en el mundo están mejor. Su secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó hace unos días que “a pesar de lo que algunos leen en otras partes de que a la gente no le gusta America, donde yo vaya veo un profundo amor por nuestro país… El mundo sabe lo que representamos… la libertad… y lo quieren también”.
Pero resulta que no –un sondeo reciente del Centro de Investigación Pew entre personas de 32 países registra que una amplia mayoría, 64 por ciento, no tienen confianza en que Trump haga lo correcto en política exterior–; en México, 89 por ciento no le tiene confianza ( https://www.pewresearch.org/global/2020/ 01/08/trump-ratings-remain-low-around- globe-while-views-of-u-s-stay-mostly-favorable/ ).
Y aquí, mientras todos repiten que el país está polarizado, integrantes destacados de la cúpula de ambos partidos y sus patrocinadores cenan juntos. Jeff Bezos, jefe de Amazon y del Washington Post –frecuentemente atacado como medio enemigo
– y el hombre más rico del país, hizo una gran fiesta en su nueva mansión de 23 millones de dólares en Washington a la cual asistieron varios ejecutivos, incluido el segundo hombre más rico del país, Bill Gates, la hija de Trump, Ivanka, y su marido Jared Kushner, la consejera presidencial Kellyanne Conway, los secretarios de Transporte y Comercio, la conductora del noticiero nacional de CBS News, el ex secretario de Defensa de Trump, Jim Mattis, los ejecutivos en jefe de Goldman Sachs y JP Morgan Chase, un ex secretario de prensa de Obama, y así.
Mientras se habla de la grave polarización
en este país, parece que hay suficiente consenso entre la élite como para poder impulsar políticas rechazadas por las mayorías, como el libre comercio
, anulación de regulaciones ambientales, reducción de impuestos sobre empresas y multimillonarios, y el negocio de guerras interminables.
Hace recordar esa famosa frase del escritor y crítico Gore Vidal: “hay un solo partido en Estados Unidos, el Partido de la Propiedad… y tiene dos alas derechas: republicanos y demócratas”.
Tal vez lo más importante es quién no asistió a la fiesta, por ejemplo, no invitaron a Sanders ni a sus aliados.
Los contrastes sirven para saber lo mas importante: de qué lado estás
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https://www.youtube.com/watch?v=9X EnTxlBuGo"https://www.youtube.com/watch?v=9XEnTxlBuGo
https://www.youtube.com/ watch?v=Sx-ATtinIj4
https://open.spotify.com/track/ 4rzhyomGxgWvvXQSdcZbCA?si=23M-GrHLS0OwCDqowja7Ng