Ciudad de México. El poeta Javier Sicilia y los integrantes de la familia LeBarón, que encabezaron la Caminata por la Verdad, Paz y Justicia, rehusaron a última hora entrevistarse con funcionarios del gabinete de seguridad, que los esperaban en Palacio Nacional.
Al cabo de cuatro días de movilización, los manifestantes llegaron al Zócalo.
En un mitin en la Plaza de la Constitución, Sicilia leyó una carta en la que dijo: “No tenemos nada que hablar con el gabinete de seguridad, redujeron el asunto nuestro a un asunto de balas, más que a una política de balas, en lugar de una política de Estado. Ningún miembro de la familia LeBarón, ni yo vamos a entrar a Palacio”.
Una comisión de los manifestantes se dirigió a Palacio Nacional a entregar la misiva de Sicilia, así como propuestas por escrito, una de ellos sobre justicia transicional.
El grupo fue recibido por la titular de la Unidad de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República, Leticia Ramírez, aunque en el interior esperaban, entre otros, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.
Los funcionarios federales se presentaron en Palacio Nacional poco antes del mediodia.
En el Zócalo el propio Sicilia informó que la comisión entregó los documentos en sobre cerrado, con la petición de que se hicieran llegar al presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Sabemos que no eres responsable, heredaste este horror de administraciones que sólo tuvieron imaginación para la violencia, la impunidad y la corrupción", dijo Sicilia en su carta, dirigida al mandatario.
"Pero el hecho de que le hayas dado la espalda a la agenda de verdad, justicia y paz, prioridad de la nación, agenda con la que te comprometiste el 14 de septiembre de 2018; el hecho de que no atiendas el llamado de los pueblos indígenas de detener los megaproyectos, cuya base es neoliberal y por lo mismo destructora de la tierra y de las vida comunitarias y pueblerinas; el hecho de que en las mañanera uses un lenguaje que en lugar de llamar a la unidad polariza a la nación y divide; el hecho de que tengas abandonadas, desarticuladas y cuestionadas las instituciones que los ciudadanos creamos para atender a las víctimas; el hecho de reducir la paz a un asunto de seguridad y abandonar la verdad y la justicia, ha mantenido las redes de complicidad del Estado con el crimen organizado y sus costo en dolor y muerte han sido muy altos: cerca de 35 mil asesinatos que se suman a los 61 mil desaparecidos”,
Cientos de familiares de desaparecidos marcharon en silencio por Paseo de la Reforma hasta el Zócalo donde realizaron el mítin, con pancartas en las que se leían consignas como “Verdad, justicia y paz….nuestra causa sigue ensangrentada”.
Al pasar el contingente por el Senado, un grupo de manifestantes se reunió con los coordinadores de las fracciones de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Miguel Ángel Mancera, así como con la senadora priísta Claudia Ruiz Massieu y la panista Xóchitl Gálvez.
La comisión entregó dos documentos y manifestó que esta es una agenda de justicia, no militar.
Al ingresar a la plancha del Zócalo los manifestantes fueron recibidos por un grupo de simpatizantes de López Obrador, quienes obligaron a frenar la marcha.
Los obradoristas gritaban “¡Es un honor estar con Obrador! Fuera vende patrias ”. Fueron momentos de tensión, incluso hubo empujones, pero los integrantes de la marcha llamaron a “no caer en provocación”, y con el puño alto continuaron su paso.
Entre los manifestantes marchaba un contingente con una gran pancarta en la que se leía ”Justicia para Javier Valdez".
El contingente viste playeras negras con la leyenda “Justicia a Javier Valdez”, y lo encabeza Griselda Triana, quien fuera esposa del desaparecido corresponsal de La Jornada, asesinado en mayo de 2017.