Nuevo York. La defensa de Donald Trump rechazó tajantemente que el presidente cometió alguna falta y calificó el impeachment no sólo como ilegítimo, sino un intento de los demócratas por interferir y subvertir el proceso electoral estadunidense.
El abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, inició la defensa de Trump al acusar a los demócratas de asaltar el proceso democrático. Ellos están intentando perpetrar las interferencia masivas en una elección de la historia estadunidense, y no podemos permitir que eso ocurra
.
Argumentó que todo el proceso en contra de su jefe es ilegítimo
, y más aún, que es un intento para anular la elección de 2016 y subvertir la del 2020, arrebatándole la decisión al pueblo estadunidense
.
Después de tres días de la presentación de evidencia por los diputados-fiscales sobre el abuso de poder y obstrucción de Trump, concluyendo que violó la Constitución e invitó a un poder extranjero a interferir en las elecciones del 2020, la defensa argumentó que los demócratas son la mayor amenaza a la democracia estadunidense.
Los abogados de Trump apuntan en sus argumentos que el impeachment –instaurado en la Carta Magna– es, en este caso, inconstitucional.
Otros integrantes del equipo de la defensa argumentan que no hay evidencia que apunte hacia una violación de ningún tipo y nada que amerita la destitución del presidente. Una y otra vez insistieron en que no hay pruebas ni declaraciones de testigos con información de primera mano.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, indicó a periodistas que justo los testigos que podrían ofrecer versiones de primera mano son los que la Casa Blanca rehusó permitir comparecer durante la investigación de la cámara baja.
Y para contrarrestar el argumento republicano sobre la supuesta falta de evidencia, el equipo de diputados-fiscales entregó 28 mil 578 páginas de transcripciones, documentos y otra evidencia acumulada durante la investigación sobre el presidente.
Observando su juicio desde la Casa Blanca, Trump caracterizó el inicio de su defensa como la presentación de un caso contra de los demócratas. De nuevo el presidente del país más poderoso del mundo decidió insultar a sus opositores usando apodos contra el liderazgo legislativo, incluyendo el mentiroso, tramposo, chiquito
Adam Schiff (el jefe del equipo de diputados-fiscales y presidente del Comité de Inteligencia), el chillón
Chuck Schumer (líder de la bancada demócrata en el Senado), la nerviosa
Nancy Pelosi (presidenta de la cámara baja) y la tonta como una piedra
Alexandra Ocasio Cortez (la legisladora novata que se ha vuelto estrella de la ala progresista del partido) y toda la izquierda radical
demócrata.
Por ahora, la estrategia del equipo de defensa de Trump es llevar este juicio a su conclusión lo antes posible, asegurar que la bancada republicana tenga argumentos para descartar los dos cargos contra el presidente, y evitar que, en el curso de la próxima semana, algunos republicanos (sólo se necesitan cuatro) decidan votar a favor de convocar a testigos y solicitar documentos oficiales adicionales, tal como desean los demócratas,
La defensa solo utilizó dos de las 24 horas que tienen durante su turno, después de los tres días en que los diputados-fiscales presentaron su caso. El juicio político del presidente –el tercero en la historia del país– continuará el lunes.
Al concluir la presentación por la defensa, los senadores que están funcionando como jurado tendrán hasta 16 horas para formular preguntas que serán entregadas por escrito al jefe de la Suprema Corte, John Roberts, quien preside este juicio político en el Senado.
Después de esa etapa, el Senado contemplará propuestas para convocar a más testigos o solicitar documentos relacionados al caso. Si, como se espera ahora, eso no prospera, se iniciarán las deliberaciones finales sobre si condenar o absolver al presidente por cada uno de los dos cargos.
Para condenar y destituir al presidente se requieren 67 votos de los 100 senadores, y por ahora, con una mayoría de 53 republicanos, se espera que el juicio culminará con Trump siendo exculpado.
A pesar de su carácter histórico
y sus implicaciones para el futuro de esta democracia, el impeachment de Trump, que se inició hace cuatro meses, incluyendo ahora este juicio politíco, no ha tenido un efecto significativo en el panorama nacional, según los sondeos. Los que favorecen la condena y destitución de Trump se han incrementado, pero sólo 4 puntos (de 47 a ahora 51 por ciento en una encuesta de CNN), mientras ha tenido nulo impacto sobre la tasa de aprobación del presidente, la cual se ha mantenido en 42 por ciento a lo largo de su mandato. El interés del público se ha mantenido relativamente bajo durante los pasados tres meses medido por las búsquedas de noticias sobre el proceso en Google.