De acuerdo con información proporcionada por funcionarios que participan en el gabinete de seguridad, El Mini Lic ordenó el asesinato de Javier Valdez en represalia por el trabajo periodístico que realizó el también autor de libros como Los Morros del Narco y Narcoperiodismo, en torno a las diputas internas que se vivían desde 2016 por el liderazgo de la organización, y en la que estaban involucrados él, Alfredo e Iván Guzmán Salazar, hijos de El Chapo Guzmán.
La Feadle obtuvo la orden de captura en contra del Mini Lic ayer, luego de la audiencia intermedia (que fue diferida) en contra de Francisco P
y Heriberto P
, dos de los autores materiales del asesinato de Valdez Cárdenas, ya que el tercero, identificado como El Diablo, fue ejecutado en septiembre de 2017 en San Luis Río Colorado.
El Mini Lic, por ser hijo de Dámaso López logró posicionarse como uno de los líderes de un grupo de sicarios y traficantes de drogas que formaba parte del cártel de Sinaloa, y presuntamente tras la detención de Guzmán Loera en 2015, aspiraba junto con su padre a dirigir la organización delictiva desplazando a los hijos de Guzmán Loera.
Dámaso López Núñez, padre del Mini Lic, se integró al cártel de Sinaloa, tras colaborar en la fuga que Guzmán Loera llevó a cabo del penal federal de máxima seguridad conocido como Puente Grande, en Jalisco, en enero de 2001, donde se desempeñaba como jefe de seguridad del centro penitenciario.
El 2 de mayo de 2017 El Licenciado fue detenido por elementos del Ejército en la Ciudad de México, en donde se había ocultado para no ser agredido por los hijos de Guzmán Loera. Esto ocurrió 13 días antes del homicidio de Javier Valdez.
Tras la detención de su padre y la presión que ejercían sobre él Alfredo e Iván Guzmán, decidió entregarse a la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés) en julio de 2017 y convertirse en testigo colaborador de las autoridades de ese país.