Ciudad de México. Durante noviembre pasado la economía logró crecer ligeramente 0.1 por ciento respecto al mes anterior inmediato, impulsado principalmente por la industria, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el penúltimo mes del año que recién concluyó, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció 0.1 por ciento frente a los resultados de octubre. En contraste, las actividades primarias descendieron 2 puntos porcentuales, mientras que los servicios no presentaron variaciones.
En términos anuales el IGAE retrocedió 0.8 por ciento, principalmente por la contracción de agropecuarias, pues estas actividades descendieron 2.4 por ciento.
En tanto, la industria cayó 1.7 por ciento y los servicios y comercios descendieron 0.3 por ciento, en comparación con las cifras reportadas en 2018.
Analistas de Banorte comentaron que el reporte confirma que la debilidad continuó en el cuarto trimestre. “Contrario a lo esperado, el desempeño fue negativo a pesar del soporte producto del rebote de la industria”.
Indicó que preocupa que el sector servicios se ha incrementado en el margen, con la información disponible sobre diciembre sugiriendo que prevalecen las dificultades.
Agregaron que las ventas minoristas de Walmart y Antad resultaron en negativas en 0.2 por ciento y positiva en 0.8 por ciento, respectivamente, aludiendo a un posible cambio en los patrones de gasto para aprovechar los descuentos durante El Buen Fin.
Además, el empleo formal también se ha moderado, con la creación de empleos cerca de mínimos post-crisis en 1.7 por ciento. A pesar de que esto contrasta con la baja de la tasa de desempleo a 3.1 por ciento, otras métricas sugieren que el mercado laboral se ha desacelerado, lo que atribuimos al limitado desempeño económico a lo largo del año.
El crédito bancario perdió dinamismo en los dos meses finalizados en noviembre, sobre todo a corporativos, coincidiendo con nuevos mínimos de la confianza empresarial.
Pese a ello, reiteraron una mejoría del PIB en 2020, con un pronóstico de 0.8 por ciento. “Anticipamos una relativa mejoría respecto al año pasado apoyada por diversos factores, incluyendo menor incertidumbre –especialmente en el frente comercial tras la ratificación del T-MEC en Estados Unidos– que podría ayudar a impulsar la confianza empresarial”.
“Creemos que la primera fase del plan de infraestructura ayudará a reactivar la inversión privada. Por otro lado, la típica desaceleración del primer año de una nueva administración no estará presente, lo que podría ser positivo en términos del gasto público en infraestructura. Por su parte, el consumo se aceleraría moderadamente (1.2 por ciento) soportado por mayores salarios, inflación bien comportada y la consolidación de algunos programas sociales como principales catalizadores. Por el contrario, estimamos que las exportaciones netas contribuyan menos que en 2019, con Estados Unidos.