Ciudad de México. En la Ciudad de México, 84 mil 587 niños trabajan en las instalaciones del Metro, la Central de Abasto (Ceda), en las calles o en ocupaciones peligrosas, mayoritariamente en el sector terciario de la economía, y algunos son víctimas de explotación laboral por sus padres o terceros, informó Nashieli Ramírez Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos (CDH) de la Ciudad de México.
Detalló que uno de cada cinco niños trabaja más de 36 horas y siete de cada 10 no recibe un solo quinto por lo que labora. Ese dinero pasa a la familia tal cual; nunca reciben dinero directamente, y aunque no lo hagan para un tercero son básicamente explotados.
Los riesgos de ser víctimas de abuso sexual o de trata de personas, criminalización, discriminación, acoso, asaltos, amenazas de policías, agresión de personal del Metro u otros vendedores y coacción para su esterilización se incrementan de manera considerable entre esta población, alertó.
En la presentación del informe especial La situación del trabajo infantil y el trabajo adolescente en edad permitida en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, la Central de Abasto y otros espacios públicos de la Ciudad de México, señaló que la pobreza impacta en esta problemática.
Los padres incorporan algunas veces a una red de explotación laboral a sus hijos para salir adelante y cubrir las cuotas que terceros les cobran por ocupar un espacio en el Metro, por ejemplo, donde el número de pequeños creció 61 por ciento de 2015 a 2017.
De 864 se pasó a mil 420, de los cuales 457 son menores de 5 años que transcurren su primera infancia en vagones, escaleras eléctricas y entre la gente movilizándose; mientras otros 500 lo hacen cargando bultos en la Central de Abasto, en las áreas de carga, subasta o traslado, así como separando basura.
Otros 25 mil 120, de acuerdo con la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2017, se desenvuelven en ocupaciones peligrosas, mayoritariamente en el sector terciario de la economía, y el resto trabaja en las calles de la capital del país, destacó.
La mitad de los niños y adolescentes, precisó, provienen de municipios del estado de México, como Ecatepec, La Paz, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Chalco o Ixtapaluca, quienes no pueden acceder a los programas sociales o de acompañamiento locales, porque son de otra entidad.
-Situación normal-
El trabajo infantil se ha normalizado y los niños pasan de jugar a ser cuidadores de otros más pequeños, de abuelos o enfermos, señaló Araceli Damián González, directora del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social, al criticar que no se tenga una estadística real de la situación.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi no capta esta problemática del trabajo infantil, donde siete de cada 100 niños come sólo una vez al día y representa un daño grave a la infancia, una violación a sus derechos humanos”, afirmó.
La secretaria del Trabajo y Fomento al Empleo, Soledad Aragón, señaló que este año se tendrá un diagnóstico del trabajo infantil y se diseñará un nuevo modelo para erradicarlo, el cual se aplicará en Iztapalapa.