Davos. Donald Trump quiso alejar ayer los malos presagios bajo el sol invernal de Davos, donde pareció olvidar el juicio político que enfrenta en Washington, al asegurar que Estados Unidos vive “un tiempo de gran esperanza, alegría y optimismo lejos de los catastrofistas
del cambio climático.
El proceso en Washington es una farsa, una cacería de brujas
, aseguró el presidente estadunidense a los periodistas que lo esperaban en la ciudad suiza.
Luego apareció en el foro, donde, con una retahíla de datos dibujó un situación increíble
sobre la economía estadunidense durante su mandato.
El Nobel de Economía Joseph Stiglitz, participante habitual en Davos y muy crítico hacia Trump, afirmó tras el discurso del magnate: nunca había visto a una personalidad pública recibir tan pocos aplausos
.
En el mismo foro, la ambientalista sueca Greta Thunberg redobló sus críticas a los líderes empresariales y mundiales, y advirtió que no están tomando con seriedad la amenaza del calentamiento global.
Desestimó algunas de las medidas adoptadas por gobiernos y empresas, como fijar objetivos de largo plazo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y plantar miles de millones de árboles para capturar dióxido de carbono de la atmósfera.
Por supuesto que está bien plantar árboles, pero esa medida no es suficiente para alcanzar la reducción de emisiones que se requiere en el corto plazo
, expresó la activista.