En la contención del flujo migratorio en el sur de la frontera se han registrado casos de separación familiar, derivado tanto del “cruce ordenado” como del caos surgido por el cruce irregular del río Suchiate, y la consecuente persecución que hizo la Guardia Nacional en horas posteriores, denunció del Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano.
En un reporte, difundido este martes por el Programa de Asuntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana (Ibero), se advierte también que la ilusión de la “migración regular, ordenada y segura” ofrecida por la actual administración, se desvanece, en medio de una crisis de refugiados que el gobernó mexicano se niega a reconocer.
“Se han registrado casos de niñas y niños no localizados y separaciones de familias, producto del intento de contención de la Guardia Nacional y de los disturbios ocasionados”, señaló el Colectivo, que monitorea el recorrido de caravana migrante que inició el éxodo en Honduras, con énfasis en su tránsito por la frontera con México.
Con un equipo de observadores en los estados de Chiapas y Tabasco, presentes también el pasado lunes en los hechos ocurridos sobre el puente internacional entre Ciudad Hidalgo y Tecun Umán, y en el cauce del río Suchiate, el Colectivo expresó su “preocupación por la violencia ejercida por los cuerpos de seguridad, cuya cantidad de efectivos siguen en aumento en la región”.
Además, denunció el enfoque de “seguridad nacional y la criminalización de la migración” adoptado por el gobierno mexicano, pues hay una total ausencia de medidas humanitarias efectivas, y donde las autoridades “se han centrado en la aplicación de un aparato represivo, sin atender las necesidades más elementales de seres humanos extremadamente castigados por unas precarias condiciones de vida”.
Señaló que si bien la mayoría de personas que cruzaron por el Suchiate quedaron atrapadas entre el río y el cordón policial, franja en la que se mantuvieron los disturbios, muchas intentaron superar el control.
De estas, se dieron detenciones, pero también algunas lograron salir adelante.
De acuerdo a los reportes oficiales, el Instituto Nacional de Migración (INM) detuvo a 402 personas migrantes y busca a 58 más que se internaron en la selva, luego de transitar unos metros por la carretera costera entre Ciudad Hidalgo y Tapachula.
En su regreso a esta última ciudad, el equipo de monitoreo observó por la carretera varias unidades de la Guardia Nacional y del INM buscando personas y realizando detenciones.
Entre las organizaciones que integran el Colectivo de Observación están la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica y Norteamérica (RJM-CANA), American Friends Service Committee, Iniciativas para el
Desarrollo Humano, Médicos del Mundo y Voces Mesoamericanas Acción con Pueblos Migrantes, entre otras.