La congregación de los Legionarios de Cristo anunció que se someterá a una investigación en coordinación con el dicasterio o departamento competente del Vaticano, para señalar a los responsables por negligencia o encubrimiento que se dieron en los casos de abusos sexuales cometidos por el ex sacerdote Fernando Martínez.
En 2019 la Legión de Cristo realizó una investigación sobre los abusos cometidos por el ex cura a través de la agencia internacional Praesidium, Inc., luego de que la cantante y conductora Analú Salazar denunciara en la página de Facebook Legioleaks que Martínez abusó de ella cuando tenía ocho años y estudiaba en el Instituto Cumbres, en Cancún. En el informe del grupo religioso se concluyó que el ex sacerdote violentó a por lo menos ocho menores, pero no se señala a otros responsables por lo que fue criticado por víctimas y la misma jerarquía católica.
La congregación religioso informó hoy que desde ahora este grupo junto con los integrantes que han sido mencionados, entre ellos el sacerdote Eloy Bedia, “aseguran su plena colaboración con esta investigación, así como con las instancias civiles que decidan acoger las denuncias presentadas en relación con este caso”.
También indicó que Bedia, quien en los años 90 fue director territorial de la Legión de Cristo y ha sido acusados por las víctimas de haber prometido atender los casos pero en cambio sólo reasignó al agresor a otro cargo, renunció a su participación en el Capítulo General -máximo órgano de gobierno de una congregación-, el cual inició hoy.
A través de una carta, el sacerdote negó encubrir los abusos cometidos por Martínez. Argumentó que estos “llegaron a ser de conocimiento común” y que las decisiones sobre procesos y movimientos de personal correspondían al director general del insituto.
En un comunicado, la Legión de Cristo expuso que también se establecerá una Comisión interdisciplinar, con algunos miembros externos a la congregación, “con el mandato de dar acogida, escucha y seguimiento a las víctimas y de proponer las medidas necesarias para reparar el daño que han sufrido”.
“Nos avergonzamos de los abusos cometidos por Fernando Martínez Suárez, por la negligencia de la congregación en la gestión de las denuncias del pasado y por la falta de una acogida adecuada a las víctimas. Una vez más pedimos perdón a ellas y a sus familias. Nos duele su sufrimiento y deseamos aliviarlo”, manifestó.
De igual manera, expresó que como grupo religioso consideran imprescindibles la comunicación y la colaboración con las autoridades y comisiones de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), según las tareas y competencias que corresponden a cada uno.
Este lunes inició en Roma, Italia, el Capítulo General ordinario 2020 de la congregación en el que se hará un balance de los últimos 6 años de gobierno, se analizarán los desafíos y retos de su misión evangelizadora como parte de la Iglesia, y se elegirá al gobierno general adecuado que lleve adelante las prioridades para el próximo sexenio.