El abuelo de Sam Mendes tenía la costumbre de siempre lavarse las manos. El cineasta solía reírse de dicho hábito cuando era niño. Un día su padre le explicó: es porque recuerda el lodo en las trincheras. Y nunca ha sido capaz de sentirse limpio
. En ese momento Sam dejó de reírse.
Años después, Mendes le pidió a su abuelo que le contara más acerca de la guerra. Luego de cinco décadas de silencio sobre el tema, finalmente cedió. Y nos contó muchísimas historias, especialmente después de un par de rones. Era muy teatral y carismático. También era bastante sordo, así que gritaba todo el tiempo
.
Las historias del abuelo del director no eran acerca de la valentía, sino de cuán azaroso era todo
. Alfred Mendes tenía 16 años cuando se enlistó. Era un chico de baja estatura, lo que le suponía que a menudo era elegido como mensajero. Esa imagen del hombre pequeño, cortando el vasto y brumoso paisaje, realmente se quedó conmigo
, dijo el cineasta al diario británico The Guardian.
A los 37 años, Sam ganó el Oscar como mejor director en su debut por American Beauty; 20 años más tarde, una película inspirada por las historias de su abuelo, podría brindarle otro. De momento 1917 ha conseguido el galardón a la mejor producción cinematográfica en los Producers Guild of America Awards (PGA), ceremonia que premia la labor de los productores cinematográficos.
La película fue inspirada por mi abuelo, Alfred Mendes, y mi esperanza de rendir homenaje a su experiencia
, dijo el director al recibir el reconocimiento. Agregó que era la primera vez que asistía a la ceremonia de premios, y le agradeció al sindicato por reconocer su trabajo. Esta fue la mejor experiencia en mi vida profesional
, expresó.
La victoria se suma a la ya obtenida por la cinta en los Globos de Oro por la mejor película dramática. Durante los últimos 30 años, los filmes premiados por los PGA han coincidido un total de 21 veces con el ganador de los Oscar, lo que ubica a la cinta de Mendes como una de las favoritas de cara a los premios de la Academia. 1917 cuenta con 10 nominaciones, algunas de las categorías son mejor película, mejor director, mejor fotografía y mejor guion original.
1917 ha sido aclamado por su técnica y la manera poética en que retrata los horrores de la guerra en las trincheras. La cinta es un plano secuencia a través del cual el espectador viaja por laberintos, búnkers y campos de tierra, siguiendo a William Schofield en su carrera contrarreloj para entregar un mensaje que salvará a mil 600 soldados.
George MacKay, el actor que interpreta a Schofield, fue elegido por Mendes, en parte, porque su cara y comportamiento sugerían cualidades anticuadas de dignidad y virtud. El actor, por su parte, confesó que se basó en su propio abuelo para crear su personaje. Cuestionado sobre qué pensaría el propio Alfred Mendes, qué habría hecho de la película, su nieto responde: Creo que la hubiera encontrado extremadamente incómoda de mirar. Pero estoy seguro de que habría apreciado su existencia
.
A Sam Mendes le gustaría que 1917 actúe como un correctivo al retiquetado de la guerra al servicio del jingoísmo aislacionista. La gente que está ligada a una especie de visión nostálgica trata a estas guerras retrospectivamente como triunfos. Cuando de hecho fueron tragedias. Esa manera de secuestrar recuerdos culturales y orgullo es muy sutil, y muy fácil de hacer. De momento, pasa todo el tiempo. Estamos volviendo a estar solos otra vez. Este es el espíritu que luchó dos guerras mundiales. Eso es con lo que cargamos ahora
, abunda.
Pese a todo, el crítico de cine británico Geoffrey Macnab considera en The Independent que la batalla de 1917 está en la temática de la cinta. Con tantas producciones realizadas al respecto, hay poco que no haya sido tratado ya en las otras incontables historias acerca de la guerra
. Aunque al mismo tiempo reconoce que la cinta es también un despertar conmovedor y brillante sobre los intentos de un soldado para salvar la vida de sus camaradas. Que combina brutalidad y lirismo
.