Tlahuelilpan. Con un llamado a la paz y reconciliación, la subsecretaria de Participación Social de la Secretaría de Gobernación Federal, Diana Álvarez Amaury, encabezó la ceremonia de colocación de la primera piedra del memorial en recuerdo de las 137 personas que murieron quemadas vivas la noche del 18 de enero de 2019 a causa de una explosión en una toma clandestina en el ducto Actopan - Tuxpan de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la colonia San Primitivo del municipio de Tlahuelilpan al momento de encontrarse recolectando gasolina con garrafones y cubetas.
En una emotiva ceremonia realizada en el terreno de cultivo de alfalfa por donde pasa el oleoducto, y donde se registró el estallido, la funcionaria solicitó que no sean estigmatizadas por el hecho de haber muerto cuando se encontraban llenando recipientes con el combustible que se estaba derramando sobre un canal de agua de riego por una toma clandestina.
Antes había pedido un minuto de silencio en recuerdo de las personas fallecidas.
"Estos mexicanos y sus familiares han sido objeto de juicios y estigmatizacion por parte de quienes en la distancia sólo han sido capaces de explicar el acontecimiento como un accidente donde un grupo de personas estaba cometiendo algo ilegal y que por lo mismo debían asumir las lamentables consecuencias del hecho", mencionó.
"Dicha lectura, lo sabemos, es incompleta, porque para quien hemos estado cerca de las familias que sufrieron la pérdida de sus seres queridos, no nos basta esa explicación, pues una mirada simpática y solidaria nos impide condenar a las personas que estuvieron ahí sabiendo que ha habido muchas más circunstancias que hicieron posible su presencia en ese lugar y en ese momento", comentó.
"Al mismo tiempo un análisis más hondo de la causa de la tragedia nos dirige necesariamente a los problemas estructurales que aquejan al país y representan un enorme desafío porque en la base de tragedias como esta se encuentran la corrupción, la impunidad, la desigualdad, la falta de oportunidades y el olvido por parte de los gobiernos de inmensas mayorías que han sido excluidas de bienestar y desarrollo", explicó.
El inicio oficial de la construcción del memorial tiene como fin dar una nueva lectura a la historia y generar esperanza para la gente que aun experimenta un profundo dolor: “este día iniciamos simbólicamente la construcción de un Memorial colectivo como expresión de un compromiso y una oportunidad para la reconciliación", dijo la funcionaria.
"Conmemorar el 18 de enero de 2019 puede ser la ocasión para que una tragedia muy dolorosa nos afiance la certeza de que nuestro país necesitamos saldar muchos rezagos históricos sobre todo aquellos que colocan a la población en el olvido por parte de sus gobernantes y los colocan a merced de situaciones que no favorecen el bienestar de las personas sino por el contrario los colocan en un breso latente y fortuito que amenaza sus vidas", mencionó.
La funcionaria estuvo acompañada por funcionarios estatales y funcionarios de los municipios de Tlahuelilpan y Tlaxcoapan, de donde muchas de las víctimas de la explosión eran originarias.
Tras el mensaje de Diana Álvarez, dos familiares de algunas de las víctimas develaron la placa conmemorativa que servirá de base al memorial.
“Primera piedra del memorial colectivo a un año de la explosión del ducto, estado de Hidalgo, 18 de enero 2020” dice la placa.
Horas antes, en la explanada central ubicada frente a la sede del ayuntamiento el alcalde de Tlahuelilpan Pedro Cruz Frias colocó arreglos florales en recuerdos de las víctimas frente al monumento que días antes de la explosión se había colocado para conmemorar el 50 aniversario de la creación del municipio.
La noche del viernes en la iglesia del lugar se realizó una misa para pedir por el descanso eterno de las 70 personas que quedaron calcinados en el lugar - algunos hechos totalmente cenizas - y las 67 restantes en hospitales de Hidalgo, Ciudad de México y de Houston, Texas.