Madrid. "La exigencia me la impongo yo, no el club", declaró Quique Setién, este sábado en la víspera de su debut como entrenador del Barcelona, el domingo ante el Granada en la 20ª jornada de Liga.
"Ha sido un regalo inesperado, lo voy a aprovechar hasta que me tenga que ir. Y voy a tratar de hacer lo mismo y ponerle el mismo entusiasmo para que las cosas nos salgan bien. A veces me despierto y digo, 'voy a entrenar a estos jugadores'. No se puede estar en un sitio mejor", señaló en conferencia de prensa.
"Aquí la exigencia es absoluta, no hay vuelta atrás. La exigencia no me la impone el club, me la impongo yo. Sé que voy a recibir críticas, gane o pierda. Tengo que estar pendiente de convencer a mis futbolistas", añadió tras su primera semana como azulgrana, tras sustituir a Ernesto Valverde el lunes, a pesar de que el equipo es líder en la Liga.
Entre las primeras tareas de Setién estará encontrar un sustituto para Luis Suárez, que estará cuatro meses de baja por una lesión de rodilla.
"La ausencia de Luis es un problema porque es uno de los mejores jugadores del mundo y eso es un problema, pero trataremos de minimizar su ausencia aprovechando a otros jugadores", dijo.
Durante las primeras sesiones Setién ha conversado en varias ocasiones con Lionel Messi, el capitán azulgrana.
"No vamos a negar que es un jugador especial. Pero con todos he tenido una conversación en algún momento. Esto será lo habitual. El feedback que tenemos que tener con ellos debe ser absoluto", dijo.
El entrenador cántabro espera que su llegada sí suponga una motivación extra, en un equipo que viene de caer en las semifinales de la Supercopa de España contra el Atlético, resultado que le costó el puesto a Valverde.
"Espero que sea un Barça no sobreexcitado pero sí con un estímulo importante para poner en práctica lo que hemos trabajado durante la semana. Esto se va a notar y espero que no sea cosa de un día. Es verdad que luego me gustaría que las cosas que hagamos bien se mantengan", añadió el preparador de 61 años.