Cabo Cañaveral. El mar agitado obligó a SpaceX el sábado a suspender un ensayo con su nueva cápsula tripulada. El ensayo quedó para el domingo en el Centro Espacial Kennedy de la NASA.
El cohete Falcon debía despegar el sábado en un vuelo de 10 minutos para ensayar el mecanismo de salida de emergencia de la cápsula antes de que suban a bordo los astronautas dentro de algunos meses. Pero el viento y las olas eran demasiado fuertes en la zona de recuperación en el Atlántico.
Una vez lanzada, la cápsula se desprenderá del cohete y, si todo funciona como es debido, caerá al océano en paracaídas con un par de maniquíes. El cohete, reciclado después de tres vuelos anteriores, resultará destruido.
El ensayo es el último obstáculo principal para SpaceX antes de transportar a dos astronautas de la NASA a la Estación Espacial Internacional, lo que podría suceder en marzo según la agencia espacial.
En tanto, Boeing, investiga por qué su cápsula tripulada Starliner acabó en la órbita equivocada el mes pasado. Era su primer vuelo, sin nadie a bordo, y el percance le impidió llegar a la Estación Espacial Internacional.
NASA quiere que SpaceX y Boeing empiecen a transportar astronautas a la estación orbital este año. La última vez que los astronautas partieron desde Estados Unidos fue en 2011. Desde entonces viajan en cohetes rusos y los precios son elevados.