Baja California. Datos del primer censo de la temporada de avistamiento de ballena gris 2019-2020 en el Pacífico mexicano, realizado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), refiere que a la Laguna Ojo de Liebre han arribado 52 cetáceos, de los cuales 38 son hembras adultas y 14 ballenatos.
Los especímenes provienen de los mares de Alaska, y llegan a aguas mexicanas para realizar sus actividades reproductivas y de crianza.
Durante la temporada 2018-2019, en esa laguna, que junto con la de San Ignacio conforma los dos santuarios balleneros más importantes del mundo, se registraron 830 cetáceos, de los cuales 268 fueron ballenatos y 562 hembras adultas, por lo que se espera que en la presente temporada que concluye en abril, la cifra sea similar o mayor.
El impulso al turismo sustentable y la promoción de la observación de ballenas se realiza de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-131-SEMARNAT-2010 que establece los lineamientos y especificaciones para el desarrollo de actividades de observación de ballenas, relativas a su protección y a la conservación de su hábitat.
La Conanp apoya y trabaja en el fortalecimiento del turismo de observación de ballenas, actividad que permite la conservación de los ecosistemas y la diversidad biológica, además de aportar beneficios económicos para más de dos mil 650 personas de la localidad.
Para esta temporada, la Conanp emitió 59 autorizaciones a prestadores de servicios turísticos, entre cooperativas pesqueras, ejidatarios y empresarios locales en los dos santuarios balleneros.
En el Santuario de Ballenas El Vizcaíno, que comprende Laguna Ojo de Liebre, Laguna San Ignacio y los alrededores, se realizan labores de protección y vigilancia, en coordinación con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y los comités de vigilancia comunitaria. Además, se desarrollan actividades de monitoreo y educación ambiental.
La Reserva de la Biósfera El Vizcaíno es el Área Natural Protegida más grande de México, con más de dos millones y medio de hectáreas y cinco kilómetros de mar en ambas costas.
Entre la diversidad de cetáceos que existen, la ballena gris es de las especies más conocidas por su hábito de nadar cerca de la costa, lo cual hace posible que miles de personas tengan la oportunidad de observarla año con año.