Ciudad de México. La economía mexicana registrará un crecimiento económico en este año de 1.1 por ciento y una inflación general de 3.55 por ciento con un tipo de cambio estable de 19.50 pesos por dólar, de acuerdo con las estimaciones de la Casa de Bolsa Finamex.
Jessica Roldán Peña, directora de análisis económico, precisó que el consumo y las exportaciones netas continuarán siendo los motores del crecimiento.
Señaló que los sectores de la infraestructura y el sector financiero serán los que tendrán mayor dinamismo y la parte externa va a seguir contribuyendo al crecimiento de México.
En conferencia de prensa afirmó que se espera un freno en la caída de la inversión derivado de una mejora en la confianza y pese al entorno global todavía caracterizado por la elevada incertidumbre, la baja en las tasas de interés globales detonarán episodios de apetito por el riesgo.
Indicó que en el año habrá dos reducciones en las tasas de interés domésticas de un cuarto de punto porcentual, respectivamente, para ubicarlas en un nivel de 6.75 por ciento.
Sin embargo, advirtió que la calificadora internacional Moody’s podría bajar la calificación soberana acompañada también de un descenso en la nota de Petróleos Mexicanos (Pemex) hacia la primera migad del año. Lo anterior, sería en caso de que Pemex no alcance las metas de producción inicialmente estimadas.
Consideró que se va a seguir implementando una política restrictiva del gasto y la canalización de recursos será dirigida principalmente al gasto social.
La especialista mencionó que los riesgos en el presente año son la restricción del gasto, la incertidumbre y el entorno global adverso por las elecciones en Estados Unidos.
El 2021, dijo, será un año decisivo porque habrá elecciones intermedias y en 15 estados de la República en los que se prevé que Morena gane -de acuerdo con las últimas encuestas- lo que podría dar pie para que haya cambios constitucionales.
Mencionó que en el próximo año podría presentarse un agotamiento en el espacio fiscal con una reducción importante en los Fondos de Estabilización con una merma institucional en los organismos reguladores independientes.