Fuertes vientos hicieron que dos enormes incendios en el sudeste del país se juntaran en uno sólo, formando un área en llamas cuya superficie supera cuatro veces la de Nueva York.
La indignación se extendió a Reino Unido, donde decenas de personas se reunieron en la avenida The Strand, en el centro de Londres, para criticar al primer ministro australiano, Scott Morrison, a quien un letrero se refería como un zopenco fósil
.
Más de 100 personas gritaban lemas afuera de la representación de Australia con pancartas que leían Dejen de matar a nuestro planeta (por favor)
.
La crisis de los incendios forestales aumentó la presión sobre el gobierno conservador de Morrison para que adopte más medidas en la lucha contra el cambio climático, luego de que Australia mermó su compromiso con el Acuerdo de París de Naciones Unidas el año pasado.
Mientras, un cuarto de millón de personas fueron obligadas a evacuar sus hogares debido a las altas temperaturas. Las principales carreteras de Sídney fueron bloqueadas por manifestantes que gritaban ScoMo se tiene que ir
, refiriéndose a Morrison, mientras uno sostenía un letrero que decía Sálvennos del infierno
.
Hubo protestas similares en la capital Canberra y Melbourne, donde la calidad del aire se volvió tan nociva este mes que ambas ciudades fueron incluidas en la lista de los lugares con el aire más contaminado de la tierra.