Ciudad de Guatemala. Luego de que Estados Unidos anunciara que planea enviar a ciudadanos mexicanos a Guatemala como parte del acuerdo de asilo firmado entre ambos países, el presidente guatemalteco Jimmy Morales negó el miércoles dicha información y dijo que ese tema deberá ser discutido por el nuevo gobierno de Alejandro Giammattei.
Durante un acto público por el inicio de clases en una escuela ubicada en la capital, Morales enfatizó que el acuerdo se limita a aceptar hondureños y salvadoreños.
“Está más que claro: dentro del convenio sólo se plantea salvadoreños y hondureños. Estados Unidos ha platicado sobre la posibilidad de incluir a personas de nacionalidad mexicana, pero eso ya lo tiene que discutir el próximo gobierno. Nosotros en la última visita que hicimos a Casa Blanca con el presidente Trump fuimos claros en decirles que esa negociación debe hacerse con el nuevo gobierno”, aseguró Morales.
Sobre el anuncio del gobierno de Donald Trump, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México manifestó su molestia. “El gobierno de México, en conjunto con autoridades a nivel estatal y local, trabajará para ofrecer mejores opciones a las y los mexicanos que pudieran ser afectados por esta disposición”, decía el comunicado.
Tras un viaje a Washington el pasado 19 de diciembre, el ministro de Gobernación de Guatemala, Enrique Degenhart, dijo que debido a que el acuerdo con Estados Unidos estaba dando buenos resultados, ambos países discutían la posibilidad de expandirlo a solicitantes de México.
“La explicación que nos dieron en Estados Unidos es que, a raíz de esta implementación, las estructuras criminales cambiaron su modus operandi de llevarse mayormente a nacionales del Triángulo Norte a empezar a operativizar con núcleos familiares mexicanos. Nos comentaban las autoridades de Estados Unidos que, de una manera típica, el número de solicitudes de protección de ciudadanos de origen mexicano se habían disparado”, explicó, sin afirmar que se aceptarían ciudadanos de ese país.
Sin embargo, recientemente se envió una directriz a los funcionarios de asilo de Estados Unidos que indicaba que a partir de ahora se incluiría a mexicanos.