No había información sobre qué provocó la estampida, pero el ministro de Salud, Said Namak, fue encomendado para atender esta tragedia. Videos publicados en redes sociales mostraban el caos en las calles con los muertos ahí tendidos y sobrevivientes pidiendo ayuda a gritos. El funeral fue pospuesto por las autoridades, aunque no dieron una nueva fecha.
El centro de Kermán, ciudad natal del Soleimani, se convirtió en una marea de cientos de miles de personas que querían despedir al arquitecto de la política expansionista iraní en Medio Oriente. Durante la procesión los asistentes corearon consignas que clamaban: muerte a Estados Unidos
y mostraron imágenes del alto mando militar.
Cientos de miles de personas se reunieron en Teherán y otras ciudades iraníes el domingo y lunes pasados para rendir homenaje al general y a sus compañeros de armas que también murieron por un bombardeo estadunidense en Irak el pasado viernes.
Los actos fúnebres suponen un acto sin precedente en el país para un hombre al que los iraníes consideran héroe nacional por su labor en la fuerza Al Qods, cuerpo expedicionario de la Guardia Revolucionaria.
Estados Unidos acusó a Soleimani de provocar la muerte de soldados estadunidenses en Irak y de planear nuevos ataques justo antes de su muerte. El general lideró tropas en la larga guerra en Siria en apoyo al presidente, Bashar al Assad, y era el contacto de Damasco con grupos aliados de Irán en países como Irak, Líbano y Yemen.