Ciudad de México. En diciembre pasado se desplomó 33.6 por ciento la venta al mayoreo de vehículos pesados en el país. La baja en éstos, que comprenden camiones y tractocamiones, fue empujada por la incertidumbre que hay sobre normativa ambiental, aseguró la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
Las ventas al mayoreo de vehículos pesados y comerciales alcanzaron un total de 2 mil 828 unidades en diciembre pasado, que comparadas con las 4 mil 256 registradas en el mismo mes de 2018, representan una caída del 33.6 por ciento. Dicha merma “es una señal preocupante y un efecto de la falta de ajuste a la NOM-044 SEMARNAT 2017”, aseguró Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la asociación.
Por otro lado, las ventas al menudeo alcanzaron las 3 mil 868 unidades, 2.2 por ciento por arriba de las 3 mil 783 comercializadas en diciembre de 2018.
En lo que se refiere a todo lo que se vendió en camiones y tractocamiones el año pasado, se repite la tendencia a la baja en las compras al mayoreo; en 2019 alcanzó las 39 mil 723 unidades, lo que representa una disminución del 3.8 por ciento frente a 2018, mientras las ventas acumuladas al menudeo registraron un total de 42 mil 010 unidades, 1.8 por ciento por arriba de los datos de hace dos años.
De acuerdo con la ANPACT “la falta de definición por parte de las autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), está generando incertidumbre entre las empresas de transporte afectando la renovación vehicular, situación que persiste a pesar de que la Comisión Reguladora Energía amplió el plazo de la NOM-016, norma que regula la calidad de los combustibles con la que funcionan los camiones más nuevos”.
A lo largo de 2019, la asociación enfatizó que la entrada en vigor de la Norma Oficial Mexicana-44 de la Semarnat –que establece los límites máximos permisibles de partículas contaminantes en vehículos que usan diésel con peso por encima de los 3 mil 857 kilogramos- tiene frenado su mercado. Ello porque a partir del 10 de enero de 2021 no se podrán producir o importar vehículos que no cuenten mínimo con la tecnología EuroVI/EPA10, misma que únicamente puede utilizar diésel ultra bajo azufre como combustible y del que no hay suficiente en el país.
“Durante este año que arranca, será fundamental contar con certidumbre jurídica tanto para las plantas armadoras que se encuentran en nuestro país, como para los transportistas, lo antes posible. Cada día de retraso supone una pérdida para la industria y lo que resulta peor, una perdida para los millones de usuarios de transporte que existen en nuestro país”, advirtió Elizalde.