Ciudad de México. Sin incidentes, 180 mil personas recibieron el Año Nuevo 2020 en la glorieta de La Palma, con un juego de luces láser y al ritmo de cumbia de Los Ángeles Azules y la Sonora Dinamita de Lucho Argaín, que atrajeron desde muy temprano a familias, parejas y turistas, quienes disfrutaron del espectáculo que inició con música de rock, reggae, merenge, son jarocho, salsa y rumba, entre otros géneros músicales.
Desde antes de las 18 horas del martes, 2 mil 379 policías, apoyados por 136 vehículos, dos ambulancias y un helicóptero, se encargaron de la seguridad de los asistentes y de los participantes en el Concierto de Fin de Año, así como de realizar cortes a la circulación.
Los sándwiches, las tortas y los esquites acompañados de refrescos o agua de sabor fueron la cena para muchos de los asistentes, algunos de los cuales llevaron también uvas.
Los Ángeles Azules, que encendieron el ambiente con sus clásicos de El listón de tu pelo, Cómo te voy a olvidar, 17 años y Las maravillas de la vida, entre otras, fueron los encargados de realizar el tradicional conteo regresivo para recibir 2020.
En la jornada nocturna, un total de 19 personas, 16 hombres y tres mujeres, fueron remitidos al Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social conocido como El Torito, por no pasar la prueba de alcoholemia, de acuerdo con el reporte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Tras los festejos, la capital del país amaneció con sus calles vacías pero con mala calidad de aire, con altos niveles de contaminación que fueron al alza en el transcurso del día hasta alcanzar, a las 18 horas, 144 puntos de PM10 en la estación Coacalco, sin rebasar los límites para declarar contingencia ambiental.
A diferencia del resto del año, las avenidas principales, vías rápidas e intersecciones conflictivas de la ciudad se transitaron sin carga vehicular. Sólo las panaderías, donde se busca el bolillo para el recalentado, algunas cadenas restauranteras, taquerías y centros comerciales mostraron actividad matutina, además de algunos pocos corredores que pese a la basura salen a recorrer las calles prácticamente sin capitalinos.