Alrededor de 117 migrantes originarios de países del Caribe y Centroamérica que viajaban dentro de vagones del tren de carga que viene desde el centro del país, o en el techo de los mismos, suspendieron su travesía rumbo a la frontera de México con Estados Unidos, agobiados por el intenso calor, y se refugiaron en una parroquia católica de la colonia Occidental, en el municipio de Frontera, Coahuila.
Los extranjeros, quienes en su mayoría tenían signos de deshidratación y al menos cinco requirieron ser hospitalizados, refirieron que formaban parte de un grupo de aproximadamente 500, pero el resto decidió seguir su viaje hacia Piedras Negras.
De acuerdo con el sacerdote Paulo Alfonso Sánchez Valencia, los indocumentados llegaron caminando, entre las 22:30 y 22:50 horas del martes, a la parroquia Verbo Encarnado, reconocida por la Organización de Naciones Unidas como albergue temporal.
El director de Protección Civil de Frontera, Angelo Grimaldo Barboza, indicó que en el grupo se contabilizaron 50 menores; “llegaron el martes por la noche y algunos se empezaron a ir por la mañana de este miércoles, hay niños de brazos y hasta de 10, 11 años.
“Hay de todas las edades, mujeres, jóvenes, adultos. Algunos presentaron cuadros de deshidratación muy marcados y fueron trasladados a hospitales; dijeron que tomaron agua de un charco”, señaló.
En tanto, en Ciudad Juárez, Chihuahua, ante las temperaturas de hasta 39 grados centígrados que prevalecen a consecuencia de la onda de calor que azota el país, cerca de 100 migrantes que permanecen en un campamento en el parque El Chamizal solicitaron al ayuntamiento que los apoye con agua, ventiladores y mayor limpieza en los sanitarios portátiles que hay en el lugar.