Suspensión de clase presenciales, recreos y actividades en los patios escolares, reducción del horario escolar, e incluso, cierre anticipado del ciclo lectivo son efectos de la onda de calor que afecta a poco más de 24.4 millones de alumnos de preescolar, primaria y secundaria en el país, pues en más de 17 estados los termómetros han superado los 40 grados centígrados.
En la Ciudad de México, donde ayer se alcanzó una temperatura de 31 grados, directores y docentes señalaron que hay un desabasto de garrafones de agua potable, por lo que solicitaron el apoyo a padres de familia para que envíen a sus hijos con agua suficiente para garantizar su hidratación.
Agregaron que en varios planteles “fue necesario suspender toda actividad en patios y comprar, incluso, ventiladores para colocarlos en las aulas, donde las temperaturas son muy altas, y con un promedio de 30 alumnos, el proceso de aprendizaje puede ser muy difícil por las condiciones climáticas que tenemos”.
Educadores, quienes pidieron el anonimato, señalaron que “también debemos hacer frente a las enfermedades que se asocian con las altas temperaturas, como deshidratación, padecimientos gastrointestinales, hemorragias nasales, e incluso, cuadros de gripa por los cambios bruscos de temperatura a que están expuestos los alumnos”.
En las zonas rurales, indicaron maestros de Oaxaca y Michoacán, donde no hay acceso al servicio eléctrico, “se enfrentan las peores condiciones, con temperaturas de hasta 45 grados, lo que nos obliga a buscar la sombra de un árbol para dar clases”.
A poco más de tres semanas para el cierre del actual ciclo escolar 2022-2023, indicaron que “prácticamente estamos en la etapa de evaluaciones, así que en las comunidades donde tenemos el apoyo de los padres, hemos dejado actividades en casa, para que no se expongan a las altas temperaturas durante la jornada escolar y en el regreso a su hogar”.
En Nuevo León, el gobernador Samuel García, anunció la semana pasada que debido a las altas temperaturas que se alcanzan en la entidad las clases presenciales serán opcionales, mientras en Sinaloa, también por la ola de calor, el gobernador, Rubén Rocha, autorizó que cada escuela defina si adelanta o no el fin de cursos.
Lo mismo ocurre en diversos municipios de Durango, donde desde el pasado 15 de junio se autorizaron cambios en los horarios escolares en la región de la Laguna, al igual que en Coahuila, donde se suspendieron las actividades al aire libre, incluyendo el recreo, lo que también se aplica en Tamaulipas y en diversos municipios de San Luis Potosí.
Francisco Bravo, director de la escuela primaria Leonardo Bravo, ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc, destacó que pese a la inversión que la Secretaría de Educación Pública (SEP) canalizó el sexenio pasado para la construcción de bebederos, en muchas escuelas públicas de la Ciudad de México “no funcionan y su reparación es muy costosa. En la escuela buscamos repararlos, pero el presupuesto mínimo es de 38 mil pesos, fondos con lo que no contamos”.
A pesar que desde 2015 la SEP impulsó el Programa Nacional de Bebederos Escolares, y que contó con recursos por más de 4 mil 500 millones de pesos, a la fecha, indicaron profesores, “son pocos los que funcionan, pues en la mayoría de las escuelas no se les dio el mantenimiento acordado o las obras quedaron inconclusas”.