Pekín. China calificó ayer de “extremadamente absurdos e irresponsables” los comentarios del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien calificó a su homólogo chino, Xi Jinping, de “dictador”.
El nuevo choque se produjo apenas un día después de la visita a Pekín del secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, en la cual buscó romper el hielo en unas relaciones que están en su peor momento histórico desde que restablecieron vínculos en 1979.
Las declaraciones de Biden durante una recaudación de fondos en California “violan gravemente el protocolo diplomático y atentan contra la dignidad política de China”, sostuvo el vocero del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning.
“Es una provocación política flagrante. China expresa su firme insatisfacción y oposición”, declaró Mao en su conferencia de prensa diaria y expresó: “los comentarios de Estados Unidos son en extremo absurdos e irresponsables”.
La visita de Blinken, que incluyó una reunión con Xi, tenía como objetivo aliviar las tensiones entre las dos superpotencias, pero no parece haber logrado resultados firmes.
En el acto en California, Biden dijo que Xi estaba avergonzado por las recientes tensiones en torno a un presunto globo espía chino que fue derribado por la fuerza aérea estadunidense sobre la costa este del país, en febrero pasado.
“Es una gran vergüenza para los dictadores cuando no saben lo que ha pasado”, manifestó.
Mao reiteró el argumento de Pekín de que se trataba de un globo de investigación meteorológica que se desvió por accidente de su trayectoria.
“Estados Unidos debió manejar el asunto con calma y profesionalismo”, replicó el vocero. “Sin embargo, distorsionó los hechos y utilizó fuerzas para exagerar el incidente, revelando su naturaleza de intimidación y hegemonía”.
La visita de Blinken estaba prevista inicialmente para febrero, pero se aplazó debido al incidente del globo. Aunque supuso la reanudación de los contactos de alto nivel entre Washington y Pekín, la potencia asiática sigue negándose al diálogo entre sus ejércitos.
En los últimos días, Estados Unidos dijo que aviones y buques de guerra chinos han realizado maniobras amenazantes para los socios estadunidenses en el estrecho de Taiwán y el mar de China Meridional, a pesar de los protocolos acordados entre ellos para evitar este tipo de incidentes.
Durante la visita de Blinken, Pekín reiteró sus firmes objeciones al respaldo de Washington a Taipei. Estados Unidos ha tratado de impedir también el acceso de China a tecnología punta para la fabricación de chips informáticos que podrían emplearse con fines militares, y acusó a la nación asiática de robar propiedad intelectual estadunidense.
Tras reunirse con Xi el pasado lunes, Blinken reconoció que existen diferencias arraigadas. “No nos hacemos ilusiones sobre los retos de gestionar esta relación. Hay muchas cuestiones en las que discrepamos con vehemencia”, afirmó.
Mientras, el portavoz del Krem-lin, Dimitri Peskov, aseveró que el hecho de que Biden haya calificado de “dictador” a Xi evidencia la “tendencia autoritaria, mandona y condescendiente” de la política exterior de Washington.