Pues nada, que el tan esperado “cambio” anunciado el pasado martes y dado a conocer ayer por el presidente López Obrador no causó mayor sorpresa ni correspondió al gabinete legal (ni al ampliado), porque se dio en Aduanas, dependiente de la Secretaría de Hacienda, de tal suerte que el coctel corcholatero –mediante el cual salen unos y llegan representantes de los que se fueron a la campaña– queda en suspenso, aunque no por mucho tiempo, pues el propio mandatario anunció que “mañana –hoy– vienen otros; continuará”.
Ayer se esperaba que ese “cambio” se diera en, por ejemplo, el Instituto Mexicano del Seguro Social o en la Procuraduría Federal del Consumidor, toda vez que sus aún titulares han manifestado públicamente su interés por obtener la candidatura de Morena a las gubernaturas de Chiapas (Zoé Robledo) y Guanajuato (Ricardo Sheffield), pero no fue así. Hasta el momento, tres corcholatas han renunciado: el desbocado Marcelo Ebrard y Adán Augusto López (del gabinete) y Claudia Sheinbaum –jefa de gobierno de la CDMX–, pero el propio López Obrador estima que serán ocho en total. Habrá que ver los relevos. ¿Otra sorpresa, como en Gobernación?
En vía de mientras, el presidente López Obrador reveló cuál fue el “otro cambio”: Rafael Marín Mollinedo, hasta ayer director de la Agencia Nacional de Aduanas, será propuesto como embajador de México ante la Organización Mundial de Comercio, y su relevo es André Foullon, general de división retirado, quien, detalló el mandatario, formó parte de “la terna sobre quién podía hacerse cargo (durante su gobierno) de la Secretaría de la Defensa Nacional”.
Lo más relevante, dijo López Obrador, es que “necesitamos seguir limpiando de corrupción las aduanas portuarias y fronterizas para que no haya contrabando, tráfico de drogas ni evasión fiscal, porque el ingreso de las aduanas es de más de un billón de pesos (al año) y constituye como 15 por ciento del presupuesto nacional”.
Y tratándose de corcholatas, el presidente López Obrador hizo “un llamado a todos nuestros simpatizantes” para que en la concentración del próximo primero de julio en el Zócalo capitalino “eviten llevar porras a favor de los que están participando para ser coordinadores de la transformación; que ni vayan a aplaudir ahí a sus favoritos ni a faltarle el respeto a nadie. Están invitados todos, nada más que cero politiquería” y si los aspirantes al hueso mayor quieren asistir, pues lo harán “como ciudadanos; nada más no van a estar, desde luego, en el templete; ahí, sólo el gabinete. No vayan a salir con aplausos, ‘este sí’, ‘este no’. Vale más que se entienda”. ¿Lo habrán registrado Ebrard y Monreal?
Si de “sorpresas” se trata, cómo olvidar a la pandilla de Lorenzo Córdova y lo que ella entiende por “ética” (Edmundo Jacobo dixit, al renunciar a la secretaría ejecutiva del Instituto Nacional Electoral), sobre todo tratándose de “no defender una posición laboral, sino la ley y las instituciones, mi causa; me preocupa la democracia de mi país, y a diferencia de quienes tildaron mi actitud como la de alguien que busca seguir ocupando un cargo, mi compromiso con el INE es defender un patrimonio que hemos construido entre todas y todos durante más de tres décadas, y hoy es de la sociedad toda”. Qué maravilla.
Pues bien, La Jornada (Fabiola Martínez) da cuenta de esa “ética” y cómo la aplican: “cinco ex funcionarios del INE, incluido el anterior secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo Molina, fundaron una firma consultora que ofrece servicios diversos, como litigar asuntos electorales. La empresa se llama Pénte + Soluciones y sus impulsores formaban parte del nivel más alto y especializado del Instituto durante la gestión de Lorenzo Córdova (2014-2023). En esa posición participaron, por ejemplo, en la impugnación de la reciente reforma electoral (plan B). Son cinco los socios fundadores: Jacobo Molina, Gabriel Mendoza Elvira, Carlos Ferrer Silva, Emilio Buendía Díaz y Javier Naranjo Silva”. En síntesis, litigarán en contra … de la institución de la que formaron parte hasta hace poco. He ahí la “ética” de la pandilla, o como lo calificó el presidente López Obrador, “expertos en fraudes electorales”.
Las rebanadas del pastel
Albricias: eso que se conoce como Va por México informa que el próximo 26 de junio dará a conocer “la vía para elegir a nuestro candidato presidencial”. Qué bueno, porque a la ciudadanía ya le ganaba el ansia, pero lo primero que necesitará es una lupa de enormes proporciones para ver si milagrosamente encuentra un “abanderado” sin antecedentes penales.
Twitter: @cafevega